Ciclo de autor: Una experiencia de escritura creativa

19 octubre 2023
Los procesos de escritura creativa sirven como base para el desarrollo de las funciones ejecutivas (img.: iStock).

En esta práctica educativa se desarrolla una estructura de intervención que aporta una visión novedosa en los procesos de aprendizaje en la etapa preescolar, ya que invita al niño a experimentar el ciclo de autor de una manera activa y colaborativa con sus compañeros. Ofrece la oportunidad para que el niño active sus funciones ejecutivas al mismo tiempo que expresa, por medio de la escritura narrativa, la voz de su conocimiento siendo, junto al educador, un interlocutor activo entre la narración y el texto escrito.

Introducción

Como antecedente, durante los pasados años, he trabajado en diversos escenarios educativos en Puerto Rico con el propósito de fomentar ambientes lingüísticamente enriquecidos, así como el aprendizaje activo de la niñez puertorriqueña. En 2021 pude consolidar uno de mis proyectos en el desarrollo de una intervención neuroeducativa como parte del Máster en Neuroeducación de la Universidad Complutense de Madrid, en el que también se invitaba al niño a experimentar el ciclo de autor de una manera activa y colaborativa con sus compañeros (1).

Algunas aproximaciones teóricas que fundamentan la práctica son las siguientes:

  • El aprendiz como escritor: Se propicia que los niños y niñas puedan descubrir desde temprana edad que verbalizar sus conocimientos, experiencias y vivencias le aporta herramientas del lenguaje que le ayudan a conocer el mundo que les rodea y a su vez, el deseo por investigar nuevos temas. El libro Dancing With the Pen: The Learner As a Writer (2), expone que cuando un niño escribe sobre sus procesos cognitivos, valora su proceso de aprendizaje, aumenta su deseo de investigar diferentes temas, verbaliza sus ideas y pensamientos de manera libre, demuestra iniciativa, siente seguridad en sí mismo y sus aportaciones.
  • Creadores de conocimiento: Propiciar que los niños y niñas descubran el poder y significado de sus pensamientos, a través de la palabra escrita al escribir un cuento colectivo. Uno de los objetivos de esta práctica es que los niños puedan vivir, desde temprana edad, las diversas etapas del ciclo de autor como un elemento base para su desarrollo lingüístico. Kathy Short describe el ciclo de autor como un marco curricular que fortalece los procesos de enseñanza y aprendizaje en los ambientes educativos. Promueve que los niños sean los autores de su conocimiento por medio del lenguaje al planificar y organizar sus ideas, escribir una historia, editarla como estrategia reflexiva, consultarla con otros para su edición y finalmente celebrar sus logros al publicar la historia (3).
  • Procesos de narración colectiva: Propiciar que los niños y niñas comiencen a desarrollar sus funciones ejecutivas, a través de los procesos de escritura y narración creativa, así como fomentar el desarrollo de su imaginación. Jerome Bruner menciona en La fábrica de historias que, mediante los procesos de la narrativa la memoria y la imaginación juegan un rol importante ya que el ser humano construye, reconstruye y reinventa sus experiencias (4). El planteamiento de Bruner invita a reconocer que los procesos narrativos entre los niños deben ser vistos como procesos mentales, donde el niño desarrolla sus funciones ejecutivas al utilizar su memoria para evocar recuerdos y conocimientos aprendidos y al organizar y planificar la información en su mente para expresar y comunicar sus ideas, experiencias y/o conocimientos.
  • Reconocer y validar las evocaciones de los niños y niñas durante el proceso de escritura y narración creativa: Propiciar el desarrollo de las funciones ejecutivas a través de diversas estrategias que les ayude a activar su memoria, atención, comprensión de lo que se habla y escribe, entre otros elementos que son primordiales para el desarrollo holístico. Louise Rosenblatt (5) menciona que durante y luego de los procesos de lectura el niño evoca experiencias, sentimientos, ideas y sensaciones como parte de su interpretación hacia el texto. Esto supone que el niño activa, en su memoria, recuerdos que lo ayuden a comprender el texto. A su vez, menciona que la lectura es un evento porque, creamos sentido y significado de una nueva situación o transacción al aplicar, reorganizar, revisar o extender elementos seleccionados de nuestro cúmulo personal de experiencia lingüística” (Rosenblatt, 1988, p.4).

Descripción de la práctica

La práctica educativa se está llevando a cabo con un grupo mixto de 10 estudiantes entre las edades de 5 a 7 años que se dividen de la siguiente forma: seis en el grado Kinder y cuanto en el grado Primero.

Los objetivos educativos que se pretenden son:  

  • Propiciar estrategias para que el educador desarrolle ambientes lingüísticamente enriquecedores.
  • Desarrollar la memoria de trabajo, el control inhibitorio y la flexibilidad cognitiva por medio de los procesos de escritura creativa.
  • Desarrollar el lenguaje por medio de las cuatro formas del lenguaje (hablar, leer, escuchar y escribir).
  • Fomentar la creatividad en la niñez.
  • Propiciar destrezas sociales y emocionales durante los procesos de aprendizaje.
  • Trabajar de manera colaborativa con sus pares.
  • Engranar las aportaciones de los compañeros durante la creación del cuento colectivo.
  • Invitar al alumnado a descubrir el ciclo del autor.

La práctica educativa está diseñada por fases con el fin de proveer los espacios y tiempos necesarios para evaluar los objetivos de cada actividad:

Fase 1: Preparación del docente sobre la importancia de la escritura creativa y preparación de ambientes lingüísticamente enriquecidos (duración: 1 semana).

El alumnado se sumerge en un ambiente lingüísticamente enriquecido al utilizar el lenguaje como herramienta neurodidáctica por medio de lecturas de cuentos, adivinanzas, poemas, canciones. Es importante seleccionar literatura infantil del interés de los niños para motivarlos a explorar el texto escrito. Se recomienda permitir la lectura dialogada donde el niño es un interlocutor activo. El educador debe permitir que el niño haga pausas activas para hacer preguntas abiertas, interacciones sobre el texto, ilustraciones y lo que observa.

Esta fase debe ser una intervención intencional-natural. Es decir, el docente planificará en qué momento o momentos realizará las lecturas de cuento, pero debe ser flexible ante las necesidades de sus estudiantes. Puede haber momentos donde los niños soliciten otras lecturas o quieran saciar curiosidades sobre el lenguaje impreso.

Se evalúa mediante una hoja de cotejo para el educador y una hoja de observaciones directas donde se documentan las interacciones de los niños con el lenguaje, ya sean espontaneas o planificadas por el maestro como, por ejemplo, las lecturas de cuentos.

Fase 2: Iniciar a los niños en la práctica del ciclo de autor  (duración: dos a tres días en la semana por periodos de 1 hora, a lo largo de dos semanas).

Para iniciar esta fase, el docente presenta a los niños la oportunidad de convertirse en autores de un cuento colectivo. Deberán pensar sobre qué tema desean narrar su historia, basándose en los temas de estudio de la unidad curricular en curso, y desarrollando así́ su memoria de trabajo.

  • Ciclo de autor. Para motivar a los niños a iniciar el ciclo de autor, el docente realiza una lectura de cuento, preferiblemente sobre un tema de interés o de estudio. Es importante realizar una lectura dialogada para propiciar el diálogo activo, entre los estudiantes y docente, por medio de preguntas y aportaciones sobre la lectura. Al culminar la lectura, se plantean preguntas abiertas y específicas para invitarlos a iniciar el ciclo de autor. Es importante que el educador propicie el pensamiento activo del niño para que pueda tomar decisiones sobre sus ideas y aportaciones.
  • Anotaciones en mapa de ideas. El docente debe tener una estructura para permitir que todos los niños participen. La alternativa que se presenta en esta práctica educativa para evaluar que los niños mantengan la atención y a su vez esperen turno para expresar sus ideas (control inhibitorio) se basa en ofrecerle a cada niño una tarjeta con un símbolo. El niño deberá esperar que el maestro mencione el símbolo que corresponde a la tarjeta que tiene en su mano, manteniendo autocontrol al esperar su turno. De igual modo, el niño deberá mantener atención a lo que dicen sus compañeros para poder organizar sus ideas y darle continuidad a la historia. En esta fase, el maestro actúa como secretario de los niños, es decir, copia todo lo que los niños dictan como parte de sus ideas para la creación del cuento. Para mantener una estructura y ayudar a los niños en la planificación, organización y toma de decisiones, el maestro presenta un mapa conceptual con preguntas abiertas y específicas. Durante el desarrollo de la actividad, el educador debe ayudar a los niños a formar intenciones para ayudarles a organizar sus pensamientos y planificar la estructura del cuento.
  • ¡A narrar! Para iniciar el proceso de escritura narrativa, el educador debe estar preparado para asumir un rol de guía e interlocutor entre la narrativa y la palabra. El educador da vida a las expresiones de los niños al plasmar en palabras sus ideas y aportaciones al cuento colectivo. En esta fase en particular, el maestro  escucha las narraciones de los niños, hace preguntas sobre sus aportaciones, les ayuda a formar intenciones y a mantener el hilo conductor entre las oraciones. Es fundamental que el desarrollo de esta fase esté acompañado por preguntas guía y específicas (tales como ¿cómo podemos iniciar la historia? ¿Cómo creen que debe comenzar? ¿En qué lugar se encuentra el personaje? ¿Cuál es su nombre?, entre otras). El educador va escribiendo en un lugar amplio y visible cada una de las aportaciones de los niños y leyendo lo que ya se ha escrito para así ayudarlos a continuar, de manera coherente, la historia del cuento colectivo. Para finalizar la actividad de esta fase, se lee en voz alta el cuento finalizado por las narraciones de los estudiantes.

Fase 3: Reinvención (reflexión, revisión y pensamiento crítico) (duración: 1 semana)

En esta fase se invita a los estudiantes a leer, analizar y reflexionar sobre el proceso creativo de la narración de la historia colectiva. Se les invita a evaluar si desean reinventar alguna parte de la historia. Con este proceso se pretende que los niños tengan la oportunidad de desarrollar sus funciones ejecutivas al repasar lo que ya han aprendido para modificar el escrito colectivo. Para finalizar esta etapa, es importante leer el cuento finalizado con las reinvenciones de los niños.

Este espacio se puede utilizar para invitar a los estudiantes a crear ilustraciones sobre el cuento colectivo. Para iniciar este proceso, el docente debe asegurar que la división del texto sea equitativa con la cantidad de niños participantes, para poder trabajar las ilustraciones.

Una vez el cuento colectivo esté finalizado, se deberá encuadernar para ser presentado.

Fase 4. ¡Somos autores! En esta etapa, es importante fortalecer el área social-emocional de los estudiantes al presentar el cuento colectivo ante una audiencia, reconociendo de esta manera el trabajo colectivo, desarrollo cognitivo y lingüístico de los niños como autores de un cuento. Permitir a los niños presentar su creación ante su familia y amigos es una experiencia que fortalece sus destrezas sociales, así como su autoestima, ya que reconocen que son capaces de aprender y utilizar sus recursos cognitivos para lograr un objetivo.

Se debe preparar un área para la presentación del cuento colectivo. Puede ser un área del ambiente educativo, un espacio exterior o un salón de actos. Es importante que, el docente inicie la actividad explicando a los padres el trabajo colaborativo que han realizado los estudiantes como estrategia educativa que propicia los procesos de aprendizaje y desarrollo de las funciones ejecutivas. Los niños presentan, junto al docente, el cuento colectivo. Para finalizar la actividad, hay un espacio para fomentar un diálogo activo entre los estudiantes y la audiencia.

Criterios y herramientas de observación

Para el seguimiento de esta práctica se siguió el procedimiento de observación sugerido por la Fundación Promaestro en el curso Miradas que Mejoran, impartido en colaboración con la Fundación SM.

Los criterios de observación se organizaron en tres dimensiones:

  • Diseño y eficacia de la práctica
  • Aprendizaje del alumnado
  • Praxis docente

La fundamentación y descripción de estas tres dimensiones, así como los criterios de observación y las herramientas utilizadas, puede encontrarlos en este enlace.

Además de estas herramientas generales, se utilizaron otros instrumentos específicos para recoger información, como una hoja de observaciones directas para anotar las intervenciones de los niños en cada fase, fotografías y grabaciones de audios y vídeos.

Resultados

  • En la primera dimensión (diseño y eficacia de la práctica educativa). La práctica educativa se ajusta tanto a las finalidades del centro como a las particularidades y necesidades de los niños y niñas. Cabe resaltar que los estudiantes colaboraron entre sí constantemente por un bien común, desarrollando de esta manera sus destrezas socioemocionales. En el transcurso de cada fase, los niños y niñas desarrollaron sus funciones ejecutivas a través del proceso de escritura creativa que se experimenta en el ciclo de autor, respondiendo de esta forma a las necesidades educativas de diversos escenarios.
  • En la segunda dimensión (aprendizaje del alumnado). Uno de los frutos más hermosos de esta práctica educativa es ver la evolución de cada niño en cuanto a su desarrollo del lenguaje y destrezas socioemocionales. Esta práctica educativa propicia que los niños y niñas respondan a preguntas abiertas y a su vez, los invita a cuestionar e investigar sobre los temas de estudio. Los estudiantes trabajan de manera independiente en un ambiente positivo donde resalta el respeto y el apoyo a aquellos estudiantes que requieran algún acomodo razonable como parte de sus necesidades.
  • En la tercera dimensión (praxis docente). Trabajar proyectos dirigidos a la niñez es una de las responsabilidades más grandes que tenemos como docentes. Las estrategias que utilizo en el ambiente educativo siempre están alienadas a las Prácticas Apropiadas de la NAEYC (The National Association for the Education of Young Children) donde se promueve el aprendizaje reflexivo por medio de experiencias reales y significativas. Antes de iniciar las fases de la práctica educativa, desarrollamos en conjunto un cartel que se titula: Normas para ser felices. Este cartel fue escrito de manera colectiva y resume todas las prácticas que nos ayudarán a mantener un ambiente de amor, respeto y autocontrol en el ambiente educativo. Nos ayuda mucho en el manejo de la conducta y en mantener un ambiente propicio en cada una de las fases.

En resumen, me llena de alegría poder compartir que, gracias al gran amor y dedicación que tenemos por nuestros niños y el proyecto, pudimos cumplir con los objetivos principales de esta práctica educativa. Logramos que los niños y niñas se sumergieran en los procesos de lectoescritura por medio del ciclo de autor y cada una de sus fases. Pudimos implementar diversas estrategias para fomentar ambientes lingüísticamente enriquecidos a través de lecturas de cuentos dialógicas, integración del lenguaje a través del arte y música, entre otros. Además, se propició el desarrollo socioemocional como parte de los procesos de aprendizaje, así como la creatividad, el trabajo colaborativo y la integración de la comunidad escolar. 

Como área de oportunidad, el equipo docente y el personal de apoyo coincide en que convendría tener un tiempo adicional para poder realizar la práctica educativa. El interés de los estudiantes por participar y disfrutar del proyecto es mayor de lo que pensaba; desean continuar la práctica educativa aun sabiendo que el tiempo ha culminado y debe continuar el itinerario escolar. El tiempo del que disponen es limitado. Por ello, este es un factor que, en ocasiones, nos hace pausar la práctica cuando está en todo su apogeo. Sería idóneo que se puedan separar periodos más extensos para que la práctica educativa se lleve a cabo sin interrupciones.

Isset Marí Pastrana Andino es educadora, autora e ilustradora de cuentos infantiles, y brinda servicio voluntario en el Centro Educativo Joaquina de Vedruna. En el desarrollo de esta práctica ha estado acompañada por la maestra Natalia Rivera y la asistente Brenda Calderón, que han actuado como facilitadoras durante todo el proceso. También han participado, en la coordinación y preparación de materiales, Keila Santos y personal administrativo.

 

Referencias

  1. Pastrana, I. (2021). Intervención Neuroeducativa: Creación de textos narrativos como estrategia para desarrollar las funciones ejecutivas en la etapa preescolar. [TFM]. Universidad Complutense de Madrid.
  2. New Zealand Staff Ministry Of Education (2007). Dancing With the Pen: The Learner As a Writer. Richard C. Owen Publishing.
  3. Burke, C., Harste, J., & Short, K. (1996). Creating Classrooms for Authors and Inquirers, Second Edition (2.a ed.).
  4. Bruner, J. (2003). La fábrica de historias. Fondo de Cultura Económica de Argentina.
  5. Rosenblatt, Louise M. (1988). Writing and reading: the transactional theory. Champaign, Ill.: University of Illinois at Urbana-Champaign.