El nuevo “modo de estudio” de ChatGPT promete ser una especie de tutor que guía paso a paso

22 agosto 2025
La nueva funcionalidad “modo de estudio” guía el razonamiento del alumno, refuerza los conceptos y ofrece retroalimentación inmediata (img.: iStock).

El anuncio de la funcionalidad “modo de estudio” de ChatGPT, que resuelve los problemas paso a paso en vez de ofrecer soluciones acabadas, ha despertado expectativas en el profesorado. La funcionalidad está aún en fase inicial y el prototipo tiene limitaciones importantes, aunque promete ser de utilidad para el aprendizaje, siempre que se use bajo la supervisión del profesorado.

Una de las críticas que suele hacer el profesorado a las herramientas de IA generativa, como ChatGPT, es que ofrecen una respuesta perfectamente elaborada, de modo que el alumnado recibe la solución sin recorrer el camino del razonamiento. Algunas investigaciones muestran que esta forma pasiva de consumo de la información puede generar pereza cognitiva y conducir a un debilitamiento de las capacidades cognitivas

Los propios expertos de OpenAI están de acuerdo en que entregar respuestas sin contexto puede obstaculizar el rendimiento académico, pero consideran que podría mejorarlo si la herramienta se usa como tutor paso a paso. Por ello, han presentado recientemente la funcionalidad “modo de estudio” (o “Estudia y aprende”), un nuevo enfoque de la herramienta diseñado para enseñar paso a paso en lugar de ofrecer soluciones completas e inmediatas.

Esta funcionalidad busca un uso más responsable de la IA: deja atrás la actitud de “hazme los deberes” y promueve un aprendizaje activo. En lugar de responder de inmediato con la solución completa, el modelo plantea preguntas intermedias, sugiere pistas y ofrece explicaciones paso a paso. Es decir, se invita al alumnado a participar en el proceso: el sistema pregunta qué nivel de conocimientos tiene o qué quiere optimizar y, a partir de sus respuestas, adapta la ayuda.

El modelo ofrece pistas y correcciones más centradas en el proceso que en el resultado

Por ejemplo, si pedimos que ayude a entender un teorema de matemáticas, ChatGPT podría comenzar preguntando cuál es tu nivel actual de matemáticas y cuál es tu objetivo de aprendizaje. Con esa información, el “modo de estudio” ofrece ejercicios parciales, pistas y correcciones puntuales, más centrados en el proceso de aprendizaje que en el resultado. De este modo, ChatGPT pretende convertirse en una especie de tutor que guía al estudiante con pautas y pistas, no en una máquina que hace los deberes por él.

¿Cómo funciona este acompañamiento paso a paso?

Una vez que el alumnado selecciona este “modo de estudio” en el menú de herramientas de ChatGPT, el diálogo con la IA deja de ser un simple intercambio de pregunta-respuesta y se convierte en una especie de tutor virtual. En vez de dar la respuesta final de un tirón, formula preguntas orientadoras y anima al alumnado a pensar qué pasos seguir. No ofrece el resultado de inmediato, sino que invita a razonar cada etapa.

Las respuestas se organizan en pequeños pasos, con información resumida en cada uno. La fragmentación evita la saturación de datos en un solo mensaje y facilita la comprensión.

Otra capacidad interesante de esta funcionalidad es que puede procesar imágenes. Si se carga una fotografía de un problema escrito (por ejemplo, un ejercicio de examen o una ecuación en papel), ChatGPT puede interpretar esa imagen y continuar la explicación como si estuviese viendo el enunciado. Esto permite usar material gráfico o escaneos de cuadernos directamente en la conversación.

Este enfoque promueve la participación activa y la reflexión del alumnado, y ofrece varias ventajas para el aprendizaje:

  • Fomenta la reflexión. Obliga al alumnado a pensar más en el problema: debe reflexionar, probar hipótesis y corregir errores con el apoyo de las preguntas y pistas del modelo. Este proceso puede fortalecer su capacidad analítica.
  • Refuerza la comprensión. El aprendizaje guiado paso a paso facilita la comprensión del proceso y mejora la retención de conceptos.
  • Reduce el “copia y pega”. Al restringir las respuestas completas, se dificulta el plagio, una gran preocupación del profesorado.
  • Ajusta la ayuda. El modelo ajusta la dificultad según las respuestas del alumnado, de modo que ofrece una ayuda adaptada al nivel del usuario.

En síntesis, el modelo no da la respuesta de golpe, sino que funciona como un tutor digital que guía el razonamiento sin sustituirlo.

Algunas limitaciones

A pesar de las grandes expectativas que ha despertado, el modo estudio es un prototipo en fase inicial y limitaciones importantes. La propia empresa advierte que el modelo puede presentar “comportamientos inconsistentes y errores” en las respuestas.

Una de las grandes limitaciones es la temática abarcada. El entrenamiento del modelo se centró en materias como matemáticas, física e informática básica, por lo que aún no está preparado para las áreas de humanidades.

Por otro lado, el modelo no está optimizado para usarlo en español, y tampoco está contextualizado en los currículos nacionales o regionales. Por tanto, es necesario que el docente se asegure de que los ejemplos y respuestas sean adecuados para su asignatura y nivel.

Estas limitaciones no invalidan la utilidad de la herramienta, pero indican que aún no es una solución pedagógica completa. Habrá que complementar su uso con la supervisión del profesor y con actividades prácticas en el aula.

Mejor si el proceso lo acompaña el o la docente

Esta funcionalidad puede ser una ayuda adecuada si está regulada por el profesorado, nunca como sustituto de la enseñanza presencial. Bien orientada, puede ser una herramienta útil para el profesorado de primaria y Secundaria como refuerzo y consolidación. Por ejemplo, los docentes podrían integrar esta funcionalidad en dinámicas supervisadas en clase. O bien, recomendarla para ofrecer apoyo adicional al alumnado con necesidades específicas, o como refuerzo fuera del horario escolar.

Es necesario que el profesorado supervise y establezca límites para evitar la dependencia de la IA

Es importante tener presente que, aunque pueda ser de ayuda, el chatbot carece de criterio pedagógico humano. No puede diseñar planes de aula ni entender el contexto curricular específico de cada escuela. Las explicaciones siguen un guion genérico, por lo que el criterio pedagógico y el seguimiento deben quedar a cargo del profesorado.

También es necesario que el profesorado establezca límites para evitar la dependencia de la IA. Así, la tecnología puede llegar a ser un apoyo controlado que enriquezca el aprendizaje, siempre bajo la orientación y el control del profesorado.