Mujer y ciencia: un paso clave en la educación para la sostenibilidad

23 enero 2024
Alumnas de secundaria comentan unos experimentos de elctricidad en la Feria Madrid por la Ciencia.

El edificio de la ciencia se apoya, frecuentemente, en las aportaciones de mujeres que han sido clave en el progreso científico, aunque se hayan mantenido en la sombra. El reconocimiento en las aulas de estas científicas, aprovechando iniciativas como la del Día internacional de la mujer y la niña en la ciencia, comentado en un post anterior, puede animar a las chicas a superar los estereotipos de género y acercarse a los campos STEM.

Un repaso a la historia de la ciencia evidencia una invisibilización sistemática de las aportaciones de las mujeres. Algunos ejemplos son paradigmáticos: Rosalind Franklin, descubridora de la estructura en doble hélice del ADN, por la que se concedió el premio Nobel a Watson, Crick y Wilkins, que había sido jefe de Franklin; Lise Meitner y su descubrimiento de la fisión nuclear, por el que recibió el Nobel su colega Otto Hann, que colaboró con ella; Jocelyn Bell y su descubrimiento de los púlsares, por el que fue galardonado con el Nobel el director de su tesis, o Katherine Johnson, la matemática afroamericana que, bajo el peso de las durísimas leyes de segregación racial, calculó la trayectoria para la misión Mercury, que permitió el viaje suborbital de Alan Shepard en 1961, y también para el proyecto Apolo 11, que hizo posible que Neil Armstrong y Edwin F. Aldrin pisaran la Luna en 1969.

Esta invisibilización sistemática de las mujeres en la historia de la ciencia no solo es injusta, sino es también una lamentable miopía que tiene serias consecuencias:

  1. En primer lugar, se trata de una injusticia histórica, que ha dejado fuera del progreso científico a buena parte del talento humano. Como ejemplo, durante muchos años no se permitió el acceso de las mujeres a la universidad (en Reino Unido, hasta 1921; en España, hasta 1910), ni se aceptó la participación femenina en las academias científicas (en la Royal Society, creada en 1662, se aceptaron mujeres en 1945; en la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, de 1847, no accedieron hasta 1988; en la Académie des Sciences, de 1666, no fueron aceptadas hasta 1979, etc.).
  2. La segunda consecuencia es la escasez de investigadoras en algunos campos de la ciencia y la tecnología. Denuncia la UNESCO que las mujeres representan el 33,3% del total de los investigadores, y tan solo el 12% de los miembros de las academias científicas nacionales. También sostiene que las investigadoras suelen tener carreras más cortas y peor financiadas, y que su trabajo está infrarrepresentado en las revistas de alto nivel.
  3. En tercer lugar, la invisibilización contribuye a reducir las expectativas de las chicas ante las ciencias “duras” (física, química y matemáticas) frente a las de sus compañeros varones, como puede apreciarse en la siguiente figura (MEFP, 2020):
Expectativas de trabajo a los 30 años en chicas y chicos adolescentes. (Fuente: MEFPD, 2020).

La gráfica muestra también la fuerza de los estereotipos culturales, que previenen a las chicas contra las ciencias “duras”, matemáticas incluidas, pero menos contra las ciencias biomédicas, enraizadas con la tradición de los cuidados, mayoritariamente femenina.

Y no, las distintas expectativas no responden a diferencias cognitivas, como PISA deja bien claro, sino a una falta de motivación y a miedos infundados. La siguiente tabla muestra que, a pesar de todo, la diferencia de resultados en ciencias no es significativa entre chicos y chicas:

Tabla: Factores asociados al rendimiento – Género. Fuente: INEE (2023). 
 PISA 2022MatemáticasLecturaCiencias
 ChicasChicosChicasChicosChicasChicos
España468478487462482487
Promedio OCDE468477488464485485
Total UE469479487463484484

A pesar de las bajas expectativas, las chicas igualan en ciencias a sus compañeros varones. Es decir, ellas son mejores en ciencias de lo que creen, aunque su autopercepción esté infravalorada. Por eso es tan importante ayudarlas a vencer la falsa creencia de que la ciencia no es para ellas, y a superar su prevención frente a las ciencias duras.

Un paso necesario para alcanzar los retos de la Agenda para el Desarrollo Sostenible

Los desafíos globales a los que se enfrenta la humanidad son de una complejidad sin precedentes. Hace falta todo el talento para abordarlos, y eso exige ampliar la riqueza y diversidad de quienes “hacen” la ciencia, para que aporten más saber experto, más creatividad y nuevas perspectivas. Para ello es imprescindible fortalecer la participación de las mujeres en la investigación, la ciencia y la tecnología.

No será posible abordar adecuadamente los grandes retos de la Agenda para el Desarrollo Sostenible —desde el acceso universal al agua a la mejora de la sanidad, pasando por la lucha contra el cambio climático— sin una masiva incorporación de talento femenino en los ámbitos científico y tecnológico.

Con motivo de la celebración de esta jornada internacional, la directora general de la UNESCO, Audrey Azoulay, sostenía que “contar con más mujeres  en  la  ciencia  equivale  a  una  mejor  ciencia”, y acababa su alocución con un mensaje fundamental: “Las mujeres necesitan la ciencia y la ciencia necesita a las mujeres. Solo aprovechando  todas  las  fuentes  de  conocimiento,  todas  las  fuentes  de  talento,  podremos liberar plenamente el potencial de la ciencia y estar a la altura de los desafíos de nuestro tiempo.”

Más información

Referencias

  • MEFPD (2020). Expectativas de trabajo a los 30 años en chicas y chicos adolescentes. Ministerio de educación y formación profesional. Igualdad en cifras 2020. Recuperado de este enlace.
  • INEE (2023). Programa para la Evaluación Internacional de los Estudiantes. Informe español-2022. Instituto Nacional de Evaluación Educativa. Recuperado de este enlace.

Algunas lecturas recomendadas para trabajar en el aula

  • «La niña invisible». En la tribu de los Invisibles, “el viaje” solo lo hacían los niños. Y Trog era una niña. Aun así, salió en la noche, cruzó el páramo y buscó una presa.
  • «Ellas Cuentan». Auténticas heroínas que lucharon por alcanzar sus sueños y hacer del mundo un lugar mejor. Muy inspirador.
  • «Mujeres matemáticas». Un merecido homenaje a las mujeres que, muchas veces desde la sombra, han contribuido al desarrollo de las matemáticas. 
  • «Manual para súper feministas». ¿Eres feminista? Igual la cosa no es tan fácil. Un manual de instrucciones disfrazado de cómic, fresco, divertido, colorido y, sobre todo, muy muy clarito.