El impacto de la pandemia en el desarrollo infantil

05 mayo 2020

Una alianza Portal Aprendiz | EDUforics

De un día para otro, las escuelas cerraron, la socialización con los compañeros se interrumpió y la rutina se tuvo que adaptar abruptamente a las nuevas reglas y condiciones. La pandemia del coronavirus puso en evidencia las desigualdades ante la sociedad y trajo nuevas preocupaciones, como el desafío de garantizar el desarrollo infantil en este escenario.

Según el estudio, Repercusiones de la pandemia de COVID-19 en el desarrollo infantil, producido por el comité científico del Núcleo de Ciencia para la Infnacia (NCPI), el distanciamiento social puede acentuar el surgimiento de algunas dificultades funcionales y de comportamiento en los niños.

La encuesta muestra evidencia neurocientífica que prueba que el cerebro de los niños de 0 a 6 años está reaccionando en este contexto de la misma manera que reaccionaría ante conflictos y desastres naturales.

Además del miedo y el estrés, es posible observar irritabilidad, mayor apego a los padres, agitación e incluso infantilización en el habla y comportamientos regresivos.

“Por la incertidumbre que trae la pandemia, hay una irregularidad en la rutina. Los niños sienten y reaccionan ante esto, pero no tienen un repertorio de enfrentamiento para lidiar con estas adversidades. Ahí es donde el cuidador será fundamental para desarrollar interacciones y relaciones afectivas”, dijo la especialista en psicología infantil. María Beatriz Linhares, durante el seminario web de presentación del estudio.

A medida que se reducen las oportunidades de vinculación con las familias, los cambios económicos y estructurales se reflejan con mayor intensidad en la salud mental de los más pequeños.

Observar la primera infancia

Durante la presentación del estudio del NCPI, Anna Maria Chiesa, especialista en salud pública, destacó el papel de la escuela en este período.

“A diferencia de los demás niveles educativos, el contenido no es el factor primordial para la primera infancia, pero de cualquier manera los educadores son fundamentales para identificar las necesidades de las familias, orientarlas, mantener el vínculo y brindar apoyo para no detener por completo los procesos de aprendizaje de sus alumnos”.

La especialista también llama la atención sobre la importancia de las políticas públicas dirigidas a la primera infancia. “Contar con políticas públicas que contribuyan, de manera sistémica, a la niñez es fundamental para la sociedad en su conjunto. Es necesario recordar que es en la primera infancia cuando se consolida la mayoría de las estructuras cerebrales, que servirán de base a lo largo de la vida», dice.

Desarrollo y cuidado

Además de la visión sistémica para las políticas públicas y educativas, es importante prestar atención a las señales dentro del propio núcleo familiar. Para la psicoanalista Ilana Katz, tanto los cuidadores como los niños necesitan apoyo en este momento. Y observar los comportamientos e identificar el problema es el primer paso para encontrar soluciones.

“La pandemia también nos trajo una reflexión sobre cómo los eventos colectivos tienen efectos directos en nuestra experiencia particular. La garantía del desarrollo, no splo de la primera infancia, pasa por el cuidado”, agrega la psicoanalista.

Repensar un espacio seguro; tiempo flexible para juegos y fantasías; promover una escucha activa de los sentimientos y acoger las emociones son ejemplos de iniciativas que ayudan a que el mundo infantil se reorganice y vuelva a tener sentido.

¡Inspírate con actividades y juegos!

Para ayudar a construir este ambiente acogedor, consultamos la Guía de actividades y juegos para familias con niños de 0 a 6 años, organizado por la Fundación María Cecilia Souto Vidigal, y seleccionamos algunos consejos y recomendaciones. ¡Conoce más!

Afecto en primer lugar: Cuando el adulto muestra afecto y sensibilidad a las manifestaciones de los niños, aunque sean las más básicas como el hambre, el sueño, la irritabilidad, esta receptividad ayuda a construir una base segura, donde los pequeños se sienten aceptados y protegidos.

Apuesta por la comunicación: Por pequeño que sea, un gesto como una mirada atenta o una sonrisa es suficiente para provocar la interacción entre adultos y niños. Aquí vale la pena hablar, escuchar, cantar y tener tiempo para construir una comunicación activa. Esto facilita que los niños controlen sus emociones en situaciones estresantes y ganen confianza en sus propias habilidades socioemocionales.

Estimular los descubrimientos: Al jugar y explorar el espacio en el que viven, los niños adquieren un sentido de autonomía y elección. Aunque el entorno sea limitado, estimular los descubrimientos es fundamental para desarrollar las habilidades cognitivas. Sigue el proceso junto a ellos, ayúdalos a nombrar objetos y situaciones sin invalidar sus hipótesis.

Jugar: Jugar es la forma en que los niños organizan y dan sentido al mundo. En esta franja etaria, el juego es una de las formas más importantes de desarrollo. Más que el contenido, el aprendizaje obtenido a través de la imaginación y la formulación de hipótesis permite a los niños acceder al conocimiento interdisciplinario a su propio ritmo.

Publicado originalmente en el Portal Aprendiz