La resiliencia educativa: lecciones aprendidas

03 diciembre 2024
Las escuelas con modelo público-alianza (o chárter) permiten una dirección compartida, donde las decisiones se toman en colaboración con la comunidad y los docentes (img.: iStock).

La escuela secundaria Rosalina Caraballo Martínez, en Puerto Rico, se ha convertido en un modelo de transformación educativa al superar retos sistémicos como las pruebas estandarizadas, la disparidad presupuestaria y el impacto de desastres naturales. Este artículo analiza cómo un enfoque público-alianza (también llamado de escuelas chárter) basado en la participación comunitaria e innovación pedagógica, ha logrado transformar vidas y abrir nuevas oportunidades.

La educación como herramienta de transformación

En Puerto Rico, las desigualdades estructurales, la pobreza y las condiciones adversas han marcado el sistema educativo público. La escuela secundaria Rosalina Caraballo Martínez, ubicada en Guaynabo Norte, y que sirve a comunidades de este municipio y Cataño, representa un caso ejemplar de cómo es posible revertir estas realidades mediante un enfoque innovador, resiliente y profundamente humano.

Este artículo examina los retos enfrentados por la escuela, las estrategias implementadas para superarlos y los logros alcanzados gracias a un modelo educativo centrado en la justicia social y la equidad. La experiencia de esta escuela no solo resalta el impacto positivo de la educación en contextos vulnerables, sino que también ofrece una hoja de ruta para la transformación en otras comunidades.

Contexto y desafíos estructurales

La escuela secundaria Rosalina Caraballo Martínez opera en una comunidad marcada por la pobreza, la violencia y la exclusión social. Estas condiciones se reflejaban en altos niveles de rezago académico, ausentismo escolar y baja participación familiar previo a su transición al modelo público-alianza.

Además de los retos inherentes a la comunidad, la escuela enfrentó barreras sistémicas como la imposición de pruebas estandarizadas que no reflejan las capacidades reales de los estudiantes. Estas evaluaciones, alineadas con métricas nacionales, ignoran las particularidades culturales y socioeconómicas de los alumnos, limitando su desarrollo integral.

Otros desafíos incluyeron la disparidad en la asignación presupuestaria, la falta de mantenimiento en las instalaciones escolares y restricciones burocráticas impuestas por el Departamento de Educación, que dificultaron la implementación de prácticas educativas innovadoras.

Un modelo público-alianza con un enfoque transformador

En 2019, la escuela Rosalina Caraballo Martínez inició su transición al modelo público-alianza bajo la dirección de Caras con Causa (https://www.causapr.org/), una organización sin fines de lucro comprometida con el desarrollo comunitario. Este enfoque permite una dirección compartida, donde las decisiones se toman en colaboración con la comunidad y los docentes.

La escuela adoptó principios rectores como la presencia, la responsabilidad y el respeto, que han guiado la construcción de una nueva cultura escolar. Además, se diseñó un currículo contextualizado que aborda las necesidades específicas de los estudiantes, fomentando un aprendizaje significativo y conectado con su realidad social.

La selección de un equipo docente comprometido fue clave para el éxito del modelo. Los maestros no solo impartieron conocimiento, sino que también se convirtieron en mentores y facilitadores del cambio, acompañando a los estudiantes en su desarrollo personal y académico.

Innovación pedagógica: aprendizaje basado en el contexto del estudiante y la comunidad

Uno de los elementos más destacados del enfoque de la escuela Rosalina Caraballo Martínez es la implementación de metodologías de aprendizaje basado en proyectos comunitarios. Este modelo permite a los estudiantes adquirir conocimientos y habilidades al involucrarse en la resolución de problemas reales de su comunidad.

Por ejemplo, los estudiantes participaron en la creación de huertos escolares y en proyectos de reforestación, actividades que no solo les enseñan sobre sostenibilidad ambiental, sino que también fomentaron su sentido de responsabilidad y liderazgo. Estas iniciativas también conectaron a los estudiantes con su entorno, promoviendo un aprendizaje más profundo y significativo.

El currículo se enriqueció con actividades artísticas y culturales que ayudaron a los estudiantes a explorar su identidad y a desarrollar una perspectiva crítica sobre los desafíos que enfrentan sus comunidades. Este enfoque integral busca formar ciudadanos conscientes y comprometidos.

Resiliencia frente a desastres naturales y pandemia

Los últimos años han puesto a prueba la capacidad de resiliencia de muchas escuelas, incluida la Rosalina Caraballo Martínez. Desastres naturales como huracanes, terremotos y la pandemia de COVID-19 representaron retos extraordinarios para la continuidad educativa.

Durante la pandemia, la escuela implementó soluciones creativas como la elaboración de módulos educativos impresos para suplir la falta de acceso tecnológico en la comunidad. Además, un equipo de bienestar desempeñó un papel crucial al ofrecer apoyo emocional y material a las familias, fortaleciendo el tejido social en tiempos de crisis.

Estas experiencias no solo reafirmaron el compromiso de la escuela con sus estudiantes, sino que también destacaron la importancia de un enfoque educativo integral que contemple el bienestar físico, emocional y social de toda la comunidad escolar.

Impacto estudiantil y comunitario

Los resultados de la transformación en la escuela secundaria Rosalina Caraballo Martínez son evidentes. Los estudiantes han mostrado avances significativos en su desempeño académico y en sus habilidades sociales; y las familias han incrementado su participación en la vida escolar.

La escuela también se ha convertido en un modelo para otras instituciones, demostrando que, incluso en contextos de adversidad, es posible crear entornos educativos inclusivos y exitosos. La dirección compartida y el aprendizaje basado en proyectos comunitarios han demostrado ser herramientas efectivas para superar las barreras estructurales y promover el desarrollo de sus comunidades.

Un modelo a seguir

La experiencia de la escuela Rosalina Caraballo Martínez es un testimonio del poder transformador de la educación. Su enfoque, centrado en la justicia social, la resiliencia y la participación comunitaria, ofrece una visión esperanzadora para el futuro de la educación en Puerto Rico y el resto de nuestra América.

En un sistema educativo que a menudo prioriza la estandarización sobre el desarrollo humano, la Rosalina Caraballo Martínez demuestra que la verdadera transformación ocurre cuando colocamos a los estudiantes y sus comunidades en el centro del proceso educativo. Su historia es un recordatorio de que, incluso en las circunstancias más difíciles, la educación puede ser (y debe ser) un motor de cambio social.


José Morales Rosado. Profesor universitario de Historia y Ciencias Sociales en Puerto Rico con más de 20 años de experiencia. Fue maestro y director escolar, además de fundador del proyecto de horario extendido del Centro Educativo Joaquina de Vedruna. Ha liderado proyectos educativos innovadores en comunidades vulnerables, colaborando con entidades sin fines de lucro, el sector privado y organizaciones comunitarias.

 

Referencias

  • Ferré Rangel, L. A. (2021). Escuelas alianza cosechan frutos pese adversidad a tres años de su creación. El nuevo día. Recuperado de este enlace.
  • Freire, P. (1970). Pedagogía del oprimido. Buenos Aires: Siglo XXI Editores.