Día mundial de las y los docentes: reformular la docencia como profesión colaborativa

05 octubre 2025
La celebración del Día mundial de las y los docentes 2025 se centra en la colaboración docente como palanca para el desarrollo profesional y para una transformación educativa más eficaz (img.: iStock).

Cada 5 de octubre se celebra el Día mundial de las y los docentes, propuesto por la UNESCO para conmemorar la adopción de recomendaciones internacionales que establecen los derechos y responsabilidades de las y los docentes y esbozan algunas normas para encauzar las preocupaciones profesionales, sociales, éticas y materiales del profesorado. La celebración de este año se centra en la colaboración docente.

El informe global de la UNESCO sobre los Futuros de la Educación se hacía eco de la necesidad de promover la enseñanza como una profesión colaborativa, apoyada de forma sistémica a lo largo de la carrera docente. Paralelamente, el primer Informe Mundial sobre el Profesorado ha hecho hincapié en la naturaleza colectiva y relacional de la enseñanza, subrayando que la educación de calidad se basa en la cooperación, la responsabilidad compartida y la solidaridad profesional.

De acuerdo con esas orientaciones, el foco del Día mundial de las y los docentes de este año se centra en la colaboración, como palanca para el desarrollo profesional y para una transformación educativa más eficaz:

  • «En este Día mundial de los docentes, la UNESCO, la OIT, la UNICEF y la Internacional de la Educación exhortan a  gobiernos  y  asociados  y  a  la  comunidad  internacional  a  suscribir el compromiso colectivo de lograr que la colaboración sea reconocida como norma dentro de la profesión docente, pues solo con una cooperación eficaz a todos los niveles podremos construir en el mundo entero sistemas educativos que sean realmente integradores, equitativos y resilientes.» (Mensaje conjunto con motivo del Día Mundial de las y los Docentes 2025).

La importancia de la colaboración

En muchos sistemas educativos, la labor docente sigue marcada por el aislamiento profesional, las estructuras fragmentadas y las escasas oportunidades para tejer redes de colaboración intra o interescolares. Esto repercute en la calidad y la equidad educativa y alimenta problemas como la desmotivación y la deserción del profesorado.

Una gran parte del profesorado desempeña su trabajo sin marcos colaborativos que respalden y fortalezcan su práctica, iniciativa y bienestar. Por ello, replantear la docencia como una profesión colaborativa, sostenida por políticas, prácticas y entornos que valoren el apoyo mutuo, la experiencia compartida y la responsabilidad conjunta, es un paso necesario para afrontar estas carencias y transformar los sistemas educativos. Dicho de otro modo, la colaboración docente es fundamental para mejorar la enseñanza y el aprendizaje, enriquecer el trabajo y la vida del profesorado, fomentar el desarrollo profesional y hacer la profesión más atractiva.

Este cambio comienza en la formación inicial, que debería integrar el aprendizaje entre pares, la codocencia y las comunidades de práctica para construir una identidad profesional basada en la cooperación y no en el aislamiento. Asimismo, el desarrollo profesional continuo debería priorizar la reflexión e investigación colectiva y la resolución compartida de problemas, ya sea a través de comunidades profesionales de aprendizaje u otras formas de trabajo colegiado, para crear ecosistemas profesionales basados en la confianza y la corresponsabilidad.

Conviene recordar que la colaboración efectiva no se impone, sino que se cultiva mediante el diálogo y el reconocimiento del saber y la experiencia del profesorado. También es esencial que la voz del profesorado se incorpore en los procesos de toma de decisiones educativas, para impulsar la iniciativa profesional y garantizar que las políticas respondan a las realidades del aula y cuenten con el apoyo de quienes deben implementarlas.

En definitiva, esta celebración reivindica la enseñanza como una profesión colaborativa, basada en relaciones humanas, responsabilidades compartidas, reconocimiento social e identidad profesional. La jornada pretende ser una ocasión para celebrar la labor docente, reafirmar su papel insustituible e instar a la comunidad internacional a adoptar medidas concretas que sitúen la colaboración en el centro de la docencia.

Informe de Funcas por el Día mundial de las y los docentes

Coincidiendo con la celebración este día, Funcas ha realizado un breve análisis a partir de la última encuesta internacional de TIMSS, con profesorado de matemáticas de 4.º de Primaria. Los resultados indican que la satisfacción de este profesorado con su vida profesional, en España, es una de las más altas de Europa:

  • La inmensa mayoría (96%) se siente con frecuencia (muy a menudo o a menudo) satisfecha con su profesión y siente con frecuencia orgullo por ella (97%), proporciones que sitúan los niveles de satisfacción y orgullo del profesorado español entre los más altos de Europa.
  • También la mayoría (96%) siente con frecuencia que su trabajo tiene sentido y propósito, y disfruta de los retos que plantea la enseñanza (91%).
  • A otra gran mayoría (97%) su trabajo le resulta inspirador, algo en lo que los maestros españoles destacan frente a los europeos, ocupando el segundo lugar según este criterio, solo por detrás de Rumanía.
  • El optimismo con que evalúan su vida profesional se transfiere, incluso, a cómo creen que juzgan los demás su trabajo: una amplia mayoría se siente con frecuencia apreciada en su labor docente (79%), claramente por encima del promedio europeo (61%).

Esta visión tan positiva de su vida profesional encaja relativamente bien con el modo en que perciben a su alumnado:

  • Entre las y los docentes españoles predomina la opinión de que el alumnado de su centro se comporta de manera ordenada (un 90% está muy de acuerdo o algo de acuerdo con la afirmación) y que respeta al profesorado (94%). Ambas valoraciones destacan a escala europea.

También sobresalen por su optimismo respecto al esfuerzo y capacidad del alumnado:

  • Hasta un 69% piensa que el deseo del alumnado por obtener buenos resultados escolares es alto o muy alto, y una mayoría (56%) cree que es alta o muy alta la capacidad del alumnado para alcanzar las metas académicas de su centro.

Pese a la valoración positiva, en TIMSS también afloran quejas habituales sobre la carga laboral:

  • Un 83% señala un exceso de alumnos por clase (a pesar de la gran reducción de las ratios en los últimos lustros).
  • Un 68% se queja de demasiadas horas lectivas.
  • Un 87% denuncia la falta de tiempo para preparar las clases.
  • El 84% de los entrevistados lamenta la excesiva carga administrativa, un porcentaje superior al promedio europeo (71%).

Pese a lo que suele aparecer en los medios, apenas un 47% del profesorado encuestado (4.º de Primaria) afirma sentir demasiada presión por parte de las familias del alumnado, un nivel similar al promedio europeo. Según los autores del informe, esto puede deberse a que la presión en Primaria es menor que en la ESO y el Bachillerato, etapas en las que es más evidente la relevancia de las decisiones y el rendimiento académicos para el futuro del alumnado.

El estudio TIMSS analizado se llevó a cabo con profesorado de Matemáticas de 4º de enseñanza primaria en 2023.