Ideas para crear comunidades de aprendizaje
Los autores defienden la necesidad de tejer comunidades de aprendizaje para potenciar las habilidades sin dejar a nadie atrás y afrontar de forma transformadora todo lo que pueda venir, esto es, para construir en el presente la salvaguarda del futuro.
Tejer comunidad
La unión entre aprendizaje y comunidad nos lleva a pensar en la necesidad de generar alianzas a largo plazo con agentes comunitarios. Organizaciones locales, empresas, instituciones culturales, administración pública y grupos cívicos se convierten en socios educativos. Si miramos a nuestra comunidad con la lógica del impacto, podemos ver cómo la colaboración intersectorial puede abordar desafíos locales a través de proyectos educativos. Los problemas complejos que afrontamos a menudo requieren soluciones que trascienden los límites sectoriales. Al involucrar a diversos agentes en proyectos de Educación Transformadora, se pueden abordar problemáticas reales de manera más duradera convirtiendo a nuestras organizaciones y escuelas en motores de transformación.
Impulsar la agencia como base de la transformación se manifiesta como un esfuerzo común donde cada agente desempeña un papel crucial. Esta interacción de agencias individuales crea una agencia colectiva fundamental para lograr cambios significativos por el bien común. Esa agencia colectiva necesita verse reflejada y asentada en la cultura compartida, entendida como el conjunto de normas, valores, creencias y comportamientos que definen el «cómo hacemos las cosas aquí». Es en esa agencia colectiva, todos los actores se influencian mutuamente para el desarrollo de su agencia de cambio. Como dice Salmela-Aro, un círculo virtuoso que afecta positivamente al desarrollo.
Por eso no se trata solo del tejido uno a uno. Se trata de tejer comunidad y cocrear una identidad y una visión común más allá de alianzas para proyectos puntuales. Buscamos generar la red que nos acoja para afrontar las crisis de nuestro tiempo, una red donde podamos caer sin miedo cuando lo necesitemos.
En el libro Un paraíso en el infierno, de Rebecca Solnit se recogen casos históricos dónde se demuestra que, ante la catástrofe (sea esta un terremoto, un atentado o un huracán), el instinto natural que emerge es el del altruismo y el apoyo mutuo. Como dice el Grupo Tangente en su informe sobre los tejidos comunitarios en la pandemia: «La sociología de los desastres lleva décadas desmintiendo los prejuicios sobre los que se asienta el pánico de las élites, planteando cómo, ante las emergencias, suele primar el comportamiento racional, aumenta la empatía y la gente es más propensa al altruismo y a autoorganizarse sin caer en el caos. Las estrategias de salvación colectivas generan nuevas formas de sociabilidad, fomentan el sentido de pertenencia compartida y el compromiso individual. Una nueva cotidianeidad que se hace cargo de la fragilidad de la vida y su cuidado como prioridad».
Con esta mirada, nuestra misión desde la Educación Transformadora quizás es entrelazar raíces comunitarias para construir una resiliencia colectiva capaz de sostenernos con alegría cuando lleguen los momentos de crisis y dificultad. Construir en el presente la salvaguarda del futuro. Si el instinto colectivo nos lleva a cuidarnos ante la catástrofe, potenciemos las habilidades necesarias en nuestros grupos de jóvenes para no dejar a nadie atrás y afrontar de forma transformadora todo lo que pueda venir. Tejamos comunidades transformadoras.
Comunidades de aprendizaje
Las comunidades de aprendizaje buscan transformar el centro educativo y su entorno para lograr una educación de calidad para todas las personas, basada en la participación de la comunidad y el aprendizaje dialógico. Este modelo es usado por muchos proyectos transformadores alrededor del mundo para tejer redes y asentar estructuras de colaboración educativas. Aquí recogemos de forma resumida las fases habituales de este tipo de proyectos:
- Sensibilización. Se realizan sesiones intensivas de formación con el claustro y la comunidad para reflexionar sobre el modelo de comunidades de aprendizaje y sus implicaciones.
- Toma de decisión. Se decide si se quiere iniciar la transformación en comunidad de aprendizaje, requiriendo un amplio consenso. Esta decisión implica el compromiso del profesorado, el equipo directivo, el consejo escolar y las familias. También se debe contar con la implicación de la comunidad (organizaciones, entidades del barrio, agentes sociales) y el apoyo de la administración.
- El sueño. Toda la comunidad educativa sueña la escuela ideal que desea. Este proceso se realiza de forma separada para cada grupo (alumnado, familias, profesorado, agentes sociales) y luego se busca un acuerdo sobre el sueño común a través del diálogo igualitario. Cada escuela elige una forma creativa de representar estos sueños colectivos.
- Selección de prioridades. Se establecen las prioridades del sueño, partiendo del conocimiento de la realidad y los medios disponibles. Se analiza el contexto y se plasman en un documento base, donde se indican los aspectos a mejorar, transformar o eliminar.
- Planificación. Una vez seleccionadas las prioridades, se forman comisiones mixtas de trabajo para planificar cómo llevar a cabo los sueños priorizados. Estas comisiones buscan la participación equitativa a través del diálogo igualitario. Además, se crea una comisión gestora que coordina y realiza el seguimiento de las otras comisiones mixtas.
Algunas claves para una comunidad de aprendizaje de calidad
- Aprendizaje dialógico. Es el marco teórico de las comunidades de aprendizaje. Se basa en que el aprendizaje depende fundamentalmente de las interacciones entre personas. En este modelo, el diálogo igualitario y la inteligencia cultural de todos los participantes son esenciales.
- Participación de la comunidad. La implicación de familiares, voluntarios y otros agentes de la comunidad es fundamental. No se trata solo de que colaboren con la escuela, sino de que participen activamente en la planificación, realización y evaluación de las actividades escolares.
- Actuaciones educativas de éxito. Se implementan prácticas avaladas por la investigación, como los grupos interactivos o las tertulias dialógicas, entre otras.
- Transformación del entorno. El proyecto no solo busca cambiar la escuela, sino también su contexto social. Se entiende que para mejorar el aprendizaje hay que transformar las interacciones que el alumnado tiene en todos los espacios.
Precauciones necesarias y riesgos a evitar
En este proceso de tejer redes comunitarias, David Peter Stroh, en su libro Systems Thinking for Social Change, nos invita a tener cuidado con:
- Hacer eventos en lugar de procesos. Aunque lo más tentador siempre es hacer un encuentro superchulo de comunidad, el barrio no lo vamos a cambiar en un día. Necesitamos dar continuidad a nuestras redes y para ello necesitamos caminos que transitar Es decir, que está genial hacer un día de merienda con familias y asociaciones del barrio, pero igual al terminar necesitamos saber por lo menos quién organiza la siguiente y, sobre todo, qué nos hace juntarnos.
- Dejar fuera a gente por pensar diferente. Es muy típico sentir que el cambio tiene más sentido hacerlo con esas organizaciones que piensan como tú. El problema está en que las organizaciones o personas que no piensan como tú también van a formar parte del proceso, lo quieras o no. Quizás forman parte simplemente generando indiferencia, pero también pueden suponer obstáculos. Así que por lo menos no hagas como que no existen y piensa cómo quieres tenerles en Puede ser simplemente intentando predecir cómo pueden actuar o generando una narrativa que no les interpele de forma directa.
- Dejar fuera a personas con poder de toma de decisiones. Es habitual empezar por lo fácil: juntarnos entre tres o cuatro personas motivadas por empezar esto, pero con poca influencia real en nuestro No te preocupes, porque aquí pensamos que toda persona tiene más poder del que le han hecho creer que tiene. Por eso todo el mundo puede ser agente de cambio. Pero también es verdad que te puedes poner las cosas más fáciles si en tus alianzas planificas quiénes son las personas u organizaciones en tu contexto que tienen más capacidad de influencia a priori.
- Dejar fuera a las personas más afectadas (hacer para la gente en lugar de hacer con la gente). Este es otro clásico. Como señalábamos en la ruta EMPATIZAR, nos han inculcado un modelo de cooperación basado en el paternalismo salvador, colocándonos en una posición La invitación realmente transformadora es trabajar mano a mano con las personas y colectivos más afectados. Si queremos hacer un proyecto de Educación Transformadora y analizamos que en nuestro barrio vive mucha gente en las calles, no vamos a hacer un proyecto para esas personas, sino que nos vamos a reunir con ellas y vamos a generar espacios de encuentro y cocreación entre nuestros grupos de jóvenes y las personas sin hogar para que colideren el cambio que quieren ver en su entorno. Ahí es donde radica la potencialidad transformadora de este proceso, en el coliderazgo entre jóvenes y personas afectadas por las problemáticas que queremos abordar.
Alberto Rico Trigo es psicólogo educativo, artista y activista. Miembro de la red de formadores del IES Miguel Catalán, y asesor y formador sobre Convivencia Restaurativa y Educación Transformadora. Cofundó Kubbo en 2019, compañía de artes escénicas e innovación social. Como miembro de La Colectiva Catarsis, acompaña a organizaciones sociales en sus procesos de transformación e impacto social.
Simón Menéndez Sadornil es director de Educación y Jóvenes en Ashoka España. Es Maestro y pedagogo. Cofundó Hechos, entidad que trabaja con jóvenes en situación de vulnerabilidad, y ha creado diversos proyectos educativos y sociales, incluyendo modelos de empresa social. Ha sido también educador social y profesor de secundaria.
Para saber más
- Alberto Rico Trigo y Simón Menéndez Sadornil (2024). Una educación que transforma. Experiencias de Educación Transformadora para un mundo de agentes de cambio. Fundación Ashoka. Barcelona: Editorial Cuatro hojas. Disponible en este enlace.