Diez pautas para cuidar la salud afectivo-sexual
08 enero 2025
La educación sobre la afectividad y la sexualidad debe apoyarse en el respeto y el cuidado hacia uno mismo y hacia los demás.
- La sexualidad es un hecho multidimensional y, por tanto, su tratamiento debe ser interdisciplinar. La sexualidad es el modo sexuado de estar en el mundo en el que el deseo sexual y sus correspondencias en comportamientos tan solo son una parte de ella. En el fondo se trata de que los jóvenes y adolescentes encuentren su modo de estar en el mundo como mujeres o como hombres teniendo en cuenta que existen tantos modos de serlo como personas. De ahí que la aceptación de la diversidad sexual sea imprescindible en todo planteamiento de educación sexual. Decimos que es un modelo profesional porque no se basa en creencias u opiniones sino en el conocimiento científico, es decir, en aquello sobre los que contamos con suficiente evidencia empírica. Los especialistas en sexología deben intervenir en aquello para lo que el profesorado carece de formación específica, pero no deben sustituir al sistema educativo, en todo caso colaborar con él. Nada de esto es posible sin contar con madres y padres, cuya función no debe ser instruir a sus hijos e hijas, sino actuar como base de seguridad para la exploración (Javier Gómez Zapiain, doctor en Psicología e investigador del comportamiento sexual humano).
Identificar el amor con la libertad y el cuidado mutuos
Al hablar al alumnado de afectividad y sexualidad hemos de incidir en el respeto hacia uno mismo y hacia los demás. Para ello es preciso tener en cuenta lo siguiente:
- La educación afectivo-sexual busca promover relaciones saludables y respetuosas.
- En las relaciones afectivas son clave el cuidado, la intimidad y el consentimiento.
- El matrimonio infantil y el embarazo adolescente limitan la salud y el bienestar.
- Es necesario superar los prejuicios y estigmas en torno a la práctica y la salud sexual.
¿Cómo educar en el cuidado de la salud afectivo-sexual?
- Explicar al alumnado en qué consiste el concepto de intimidad y abordar posibles consecuencias de la exposición de la intimidad en redes sociales.
- Incidir en el respeto a la intimidad de los adolescentes.
- Analizar con datos los efectos positivos de la educación sexual.
- Ayudar al alumnado a identificar y cultivar relaciones afectivas saludables.
- Dar a conocer programas de educación sexual en el aula avalados por la UNESCO.
- Difundir alianzas relevantes para el impulso de la educación sobre salud sexual.
- Orientar a las familias acerca de cómo conversar con los menores sobre sexualidad.
- Identificar las distorsiones que supone el acceso de los menores a la pornografía.
- Relacionar la educación sexual con la igualdad y la prevención de la violencia.
- Conocer experiencias de otros centros sobre educación afectivo-sexual y consultar publicaciones sobre la educación emocional y la educación afectivo-sexual.