Diez pautas para educar en una mentalidad de crecimiento
16 octubre 2024
No hay unas personas con mentalidad fija y otras con mentalidad de crecimiento, sino que todas tienen las dos mentalidades y, de hecho, cambian de una a otra según el momento. Adoptar una mentalidad de crecimiento puede ayudar a nuestro alumnado a disfrutar con los retos, a desenvolverse ante los desafíos y a tener resiliencia frente a los obstáculos.
- Tras varios años de investigación, me di cuenta de que el miedo al fracaso y la percepción que tienes de la inteligencia van de la mano. Y ese fue el punto de partida. Empezamos dándonos cuenta de que cuando los estudiantes creían que sus habilidades eran fijas, no querían tampoco algo que les hiciera parecer poco inteligentes, y que cuando conseguían superar una dificultad con sus habilidades parecían no querer enfrentarse a ella más. Pero cuando alguien con una mentalidad de crecimiento se enfrentaba a un desafío, se motivaba, quería mejorar sus habilidades, y si era algo difícil esta era la mejor manera de desarrollarlas. Comparé estas dos mentalidades, el deseo, las resiliencias a la hora de enfrentarse a un reto. Es importante dejar claro que todos tenemos las dos mentalidades. No es que unos seamos de mentalidad fija y otros de mentalidad de crecimiento, sino que puede que cambiemos de una mentalidad a otra. Es decir, todos tenemos las dos mentalidades según el momento. Hay muchas cosas a nuestro alrededor que pueden llevarnos a una mentalidad fija, incluso cuando normalmente tenemos una mentalidad de crecimiento. Por esto, es muy importante enseñar a nuestros hijos y a nuestros estudiantes a que disfruten con los retos, a que aprendan a desenvolverse ante los desafíos y que tengan resiliencia frente a los obstáculos. Les vendrá genial en la escuela y también para su vida fuera de ella. (Carol Dweck, profesora de la cátedra Lewis and Virginia Eaton de Psicología social en la Universidad Stanford.).
Del resultado al proceso
Al hablar al alumnado de la mentalidad de crecimiento se debe insistir en que se trata no solo de esforzarse, sino también de reflexionar, reorientar la práctica y aprender durante la misma. Para ello es importante lo siguiente:
- La percepción de los retos como una motivación.
- El hábito de salir de la zona de confort y así ir ampliándola progresivamente.
- La asunción de los errores como un ensayo, un aprendizaje.
- El cultivo de la capacidad de resiliencia
Un sencillo decálogo
- Explicar conceptos relacionados como el de zona de desarrollo próximo.
- Plantear actividades y retos que requieran esfuerzo y cooperación.
- Identificar el error como un apoyo en el proceso de aprendizaje.
- Valorar y reorientar el esfuerzo no como algo puntual sino como un proceso.
- Fomentar la iteración, la persistencia creativa.
- Demostrar que todas las habilidades pueden desarrollarse mejor.
- Confiar en la capacidad de mejora, ampliar las expectativas.
- Interpretar la evaluación formativa como un impulsor del aprendizaje.
- Elogiar el proceso de aprendizaje, más que el resultado.
- Compartir publicaciones sobre la mejora de la autopercepción y el aprendizaje. y lecturas sobre la asunción de retos de ingenio.