Un decálogo para educar en el gusto por la lectura

20 octubre 2025
El gusto por la lectura se inicia, con frecuencia, en esos de los gratos momentos familiares de lectura en voz alta, que permiten disfrutar de un libro antes de aprender a leer (img.: iStock).

No conviene acercarse a la lectura con un sentido utilitarista; es más eficaz compartir momentos lectores que dejen una huella placentera en niñas y niños, y que los inviten a adentrarse en esa aventura.

  • La mayoría de las veces, [convertirse en lector] es un asunto familiar. Se transmite a través de uno o varios personajes en la familia, y a través de situaciones clásicas como la lectura en voz alta. No puedes estar seguro de que alguien se vaya a convertir así en un lector, pero la transmisión pasa por esas situaciones si el adulto goza el momento. Si lo hace porque cree que eso le ayudará luego en la escuela, no funciona. O, si se le dice al niño que se tiene que quedar quieto mientras le leen, tampoco. Se trata de compartir un momento gozoso. Entonces, puede ser que deje una huella que haga que el niño, luego, trate de recuperar ese placer. No hay que obsesionarse con formar lectores a toda costa. Si cantas a tu bebé, no estás pensando que así se va a volver músico: lo haces para compartir un momento feliz con él, sin preocuparte por lo que va a ocurrir después. ¿Por qué, entonces, esa obsesión con la lectura? Lo importante es compartir momentos gratos incorporando fragmentos de literatura, de ciencia o arte: pasear por el barrio, describir cosas, compartir momentos narrativos, poéticos… Sin obsesionarse por la productividad. Preguntarse «para qué sirve» algo es legítimo porque nos preocupa que nuestros hijos tengan las mayores posibilidades de éxito, pero la presión no es buena. Para mí, los libros, el arte o las bibliotecas son como playas. Lo importante es, sobre todo en estos tiempos, preservar espacios en los que uno puede respirar y tener una relación no utilitarista con el mundo (Michèle Petit, antropóloga, profesora, escritora y especialista en lectura).

 

De la obligación al placer

Al educar al alumnado en el gusto por la lectura se debe destacar lo siguiente:

 

A modo de decálogo: ¿Cómo educar en el gusto por la lectura?

  1. Abordar los conceptos de lectura, comprensión y comprensión lectora.
  2. Desarrollar el Plan lector de centro como clave en el fomento de la lectura.
  3. Valorar el impacto de las bibliotecas escolares en el desarrollo del hábito lector.
  4. Conocer estrategias de animación y promoción a la lectura.
  5. Plantear propuestas para trabajar en el aula un libro de lectura.
  6. Escuchar y compartir testimonios de jóvenes que disfrutan con la lectura.
  7. Conocer y compartir experiencias de animación a la lectura para niños con discapacidad visual.
  8. Informarse sobre programas para promocionar la lectura en verano y sobre otras iniciativas para formar lectores.
  9. Consultar ensayos orientados a la formación de lectores y al fomento de la lectura en el hogar y en la escuela.
  10. Recomendar libros de literatura infantil y juvenil editados con criterios de lectura fácil.