Las “apps” de papel

18 diciembre 2023
Los organizadores gráficos permiten el trabajo autónomo y dar respuesta a la diversidad de ritmos de aprendizaje (img.: iStock).

Esta práctica educativa se sustenta en el uso de organizadores gráficos analógicos basados en estrategias de pensamiento visual, que permiten trabajar de forma autónoma ciertos contenidos de las áreas de matemáticas y lengua castellana y literatura en la etapa de educación primaria (de 6 a 12 años). Dicha práctica se lleva realizando desde el año 2017 y surgió para dar respuesta a la diversidad de ritmos del alumnado. Empezó a aplicarse en quinto de primaria (con alumnos de 10 años) y se ha ido extendiendo y adaptando a toda la etapa de primaria.

Introducción

Esta práctica educativa se enmarca en varios de los ejes de trabajo del informe de los Futuros de la Educación de la UNESCO (1), especialmente en el ámbito de la pedagogía (fomenta las capacidades intelectuales, sociales y morales de los alumnos, y los orienta a trabajar juntos) y en el ámbito del currículo  (trabaja en entornos cooperativos, interdependencia positiva, el desarrollo de roles y responsabilidades, la interacción cara a cara y la retroalimentación constructiva).

El trabajo con apps de papel (organizadores gráficos analógicos) se fundamenta en diversas aproximaciones teóricas:

  • Diseño universal para el aprendizaje (DUA). Los organizadores gráficos proporcionan diferentes formas de implicación del estudiante y de representación de la información, así como múltiples formas de acción y expresión del aprendizaje. https://www.educacionyfp.gob.es/dam/jcr:c8e7d35c-c3aa-483d-ba2e-68c22fad7e42/pe-n9-art04-carmen-alba.pdf
  • Aprendizaje cooperativo. Estos organizadores gráficos animan al trabajo en parejas o grupos, y son totalmente compatibles con las estructuras de trabajo cooperativas definidas por Spencer Kagan (2).
  • Aprendizaje basado en el pensamiento. Los organizadores gráficos propician tomar de decisiones, argumentar, analizar, ser creativos y críticos (3).
  • Hábitos mentales. Las “apps” de papel contribuyen a mejorar la persistencia, la gestión de la impulsividad, la escucha con comprensión y empatía, los pensamientos flexibles, la metacognición, el esfuerzo por la precisión, el cuestionamiento y planteamiento de problemas, la aplicación del conocimiento pasado a nuevas situaciones, el pensamiento y la comunicación con claridad y precisión, la recopilación de datos a través de todos los sentidos; la creación, imaginación e innovación; el responder con maravilla y asombro, correr riesgos responsables; el sentido del humor; pensar interdependientemente; y el aprendizaje continuo (4).
  • Visible Thinking. Los organizadores gráficos permiten a los estudiantes visualizar y ser conscientes de su pensamiento, con el objetivo de ser procesado de forma crítica.
  • Pensamiento visual. Las “app” de papel permiten que el fenómeno de percepción de la comunicación verbal y ciertas tareas mentales se traduzcan a una serie de elementos visuales (5).
  • Modelo de liberación gradual para el ensayo y la práctica. La forma de interacción con Las “app” de papel se ajustan a los cuatro pasos propuestos por Fisher y Frey: “Yo lo hago y tú miras”; “Nosotros lo hacemos”; “Lo hacéis juntos”, y “Tú lo haces solo” (6).
  • Afianzar aprendizajes mediante la evocación. Permite evocar información del almacenamiento a largo plazo del cerebro y llevarlo a la memoria funcional favoreciendo el reaprendizaje (7).

 Descripción de la práctica

Esta práctica se ha llevado a cabo con alumnos de cuarto, quinto y sexto de primaria. Actualmente, se realiza principalmente con 50 alumnos de segundo de primaria (7 y 8 años). El alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo supera el 20%.

En general, todas las actividades de esta práctica, en mayor o menor grado, buscan los siguientes objetivos:

  1. Permitir el autoguiado y autonomía de los alumnos.
  2. Favorecer la resolución de conflictos cognitivos.
  3. Permitir diferentes grados de autonomía del alumno.
  4. Reducir el nivel de ansiedad ante nuevos saberes básicos.
  5. Aumentar la consecución de logros.
  6. Aumentar la eficiencia de la evaluación formativa.
  7. Mejorar las habilidades cooperativas.
  8. Fomentar el pensamiento crítico.
  9. Visibilizar el pensamiento.
  10. Promover hábitos de pensamiento.
  11. Afianzar los aprendizajes mediante la evocación.

Además, cada “app” de papel tiene relación con, al menos, un contenido del área de matemáticas o de lengua castellana del currículo español de primaria.

Para explicar la secuencia de actividades, me apoyaré en un organizador gráfico aplicado, recientemente, con alumnos de segundo de primaria, que forma parte de la situación de aprendizaje “Homenaje a Ferran Adriá” (centro de interés: la receta culinaria).

  • Sesión 0. Manos a la masa. Se pide a los padres de los estudiantes que realicen con ellos una receta del plato favorito de su hijo o hija.
  • Sesión 1. Aportamos recetas (duración, 45 minutos). Los alumnos aportan diferentes fotos de recetas realizadas a libros de cocina, recetarios, páginas web… Se analiza (de forma oral) de alguna de las recetas traídas, y se conecta con ámbitos de la vida personal de los estudiantes.
  • Sesión 2. Comprendemos la receta: Destrezas de escucha (duración, 45 minutos). Se proyecta un video acerca de una receta. Se realizan preguntas acerca del visionado. Se presenta la biografía de Ferrán Adriá y se realizan preguntas acerca de la presentación
  • Sesión 3. Comprendemos la receta: Destrezas de lectura (duración, 45 minutos). Se realiza una ficha de comprensión lectora al uso con preguntas literales, inferenciales y críticas. Se utilizará una de las recetas propuestas por los alumnos y una ficha específica propuesta por la editorial.
  • Sesión 4. El esqueleto de la receta (duración, 45 minutos). Realizamos y pactamos de una forma guiada y grupal el organizador gráfico. En este caso también tendemos un puente con el área de lengua inglesa y vemos la correlación entre ambas lenguas para narrar procesos. Por otro lado, presentamos la rúbrica con la que se van a autoevaluar y coevaluar formativamente. Esta rúbrica acompaña al alumno durante todo el curso para las expresiones escritas.
  • Sesiones 5 y 6. Planificamos nuestra receta: La textualización (duración, 45 minutos). En esta sesión planificamos y escribimos la primera versión de nuestra receta. Dependiendo del grado del detalle de planificación, este misma plantilla puede servir para los momentos de textualización y propuesta de mejora. Se proponen dos itinerarios a elegir por el estudiante (En ambos casos existe una coevaluación y heteroevaluación formativa para guiar el proceso de escritura, con apoyo de la rúbrica anteriormente expuesta):
    • Itinerario uno: Mi receta favorita. Se escribe la receta del plato favorito del estudiante.
    • Itinerario dos: Mi propia receta. Se anima al estudiante a realizar una receta original pensada por ellos, por ejemplo, churros de lomo adobado, o flan de espagueti a la carbonara.
  • Sesión 07. Propuestas de mejora (duración, 45 minutos). En esta sesión los estudiantes hacen propuestas de mejora a la planificación de un compañero, con una lista de cotejo, para la parte de estructura, y con la siguiente estrategia, para la parte de contenido: “Lo que más me ha gustado leer es…”, “Lo que me gustaría haber leído es…”
  • Sesión 08: Edición Final (duración, 45 minutos). Teniendo en cuenta las propuestas de mejora, el alumnado realiza la edición final de la receta.
  • Sesión 09: Publicamos (duración, 45 minutos). En la editorial que hemos fundado en las clases de segundo, sacamos dos publicaciones: una dedicadas al itinerario uno: “Mi receta favorita”; y otra dedicada al itinerario dos: “Mi propia receta”. Ambas publicaciones se incorporan a la biblioteca de aula.
  • Sesión 10: Evaluación Final. En esta sesión se utiliza de nuevo la rúbrica presentada anteriormente para apreciar la evolución del texto escrito realizado por el alumnado y hacerlo consciente de dicha evaluación.

Criterios y herramientas de observación

Para el seguimiento de esta práctica se siguió el procedimiento de observación sugerido por la Fundación Promaestro en el curso Miradas que Mejoran, impartido en colaboración con la Fundación SM.

Los criterios de observación se organizaron en tres dimensiones:

  • Diseño y eficacia de la práctica
  • Aprendizaje del alumnado
  • Praxis docente

La fundamentación y descripción de estas tres dimensiones, así como los criterios de observación y las herramientas utilizadas, puede encontrarlos en este enlace.

Otra herramienta utilizada en la observación para una posterior mejora de la práctica docente y del proceso de enseñanza-aprendizaje ha sido el cuaderno de campo, con una estructura de descripción, análisis, reflexión y cuestionamiento. La recogida de evidencias fue una labor sencilla, ya que la práctica educativa anima a la producción constante por parte de los alumnos y está diseñada para tener constancias de los hitos intermedios. Estas evidencias fueron recogidas también por compañeros en prácticas docentes procedentes de la universidad. La principal dificultad resultó del análisis de todas las evidencias, la puesta en común y su cruce con las necesidades individuales de los alumnos, para ajustar la respuesta educativa en la siguiente sesión.

Resultados

  • Diseño y eficacia de la práctica. La experiencia realizada atiende a las necesidades educativas del alumnado desde una perspectiva DUA, y con capacidad de autogestión por parte del alumno en procesos cooperativos.
  • Aprendizaje del alumnado. Para aquel alumnado más maduro y motivado, la experiencia permite una toma de concienciación personal muy elevada. Para el resto, esta práctica permite ir concienciándolos en aquellos aspectos relevantes para un aprendizaje efectivo, y facilita una comunicación más fluida.
  • Praxis docente. El rol del profesor se orienta hacia el acompañamiento, asesoramiento y atención de las necesidades individuales del alumnado. Los estudiantes son agentes de sus propios aprendizajes y evaluaciones, y ayudan a gestionar los compañeros.

En general, la práctica educativa las “apps de papel”, que se sustenta en el uso de organizadores gráficos analógicos basados en estrategias de pensamiento visual, para trabajar de forma autónoma ciertos contenidos de las áreas de matemáticas y lengua castellana y literatura en la etapa de educación primaria de 6 a 12 años, ha conseguido en gran medida los objetivos perseguidos. El grado de cumplimiento ha dependido de la casuística particular de cada uno de los alumnos, pero en conjunto, se acercaría al 90%.

Como área de mejora está la gestión de los tiempos. La coevaluación formativa necesita de una inversión elevada de tiempo en el proceso de modelado y concienciación individual, que es más elevada en los niveles inferiores de educación primaria. (6 a 12 años). También se debe aumentar el tiempo dedicado a los diferentes elementos de la práctica docente y a la retroalimentación.

Raúl Rubio Jara es docente en el colegio de Educación Infantil y Primaria “Miguel Hernández”, en Alcorcón. Madrid (España).

 

Referencias

  1. UNESCO (2022). Reimaginar juntos nuestros futuros: un nuevo contrato social para la educación. Madrid: Fundación SM. Recuperado de este enlace
  2. Kagan, S.; Kagan, M. (2009). Kagan Cooperative Learning. San Clemente, CA: Kagan Publishing.
  3. Reagan, Rebecca; Swartz, Robert J.; Kallick, Bena; Costa, Arthur L.; Beyer, Barry K. (2013). El aprendizaje basado en el pensamiento. Madrid: SM.
  4. Costa, Arthur; Kallick, Bena (2008). Learning and Leading with Habits of Mind: 16 Essential Characteristics for Success. ASCD.
  5. Arnheim, Rudolf (1969). Visual Thinking. University of California Press.
  6. Fisher, Douglas; Frey, Nancy (2008). Better Learning Through Structured Teaching: A Framework for the Gradual Release of Responsibility. Alexandria (VA): Association for Supervision and Curriculum Development (ASCD).
  7. Ruiz Martín, Héctor (2020). ¿Cómo aprendemos? Barcelona: Graó.2020.