La escuela que cuida y genera aprendizajes

02 octubre 2024
Cuidar es mucho más que proteger y que cubrir las necesidades básicas. Es proporcionar las herramientas y los aprendizajes para que cada niño y cada niña puedan de sí mismos, de los demás y del planeta en el futuro (img.: iStock).

Al término de su mandato como directora de la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe de la UNESCO, Claudia Uribe propone un marco de reflexión inspirado en los diálogos regionales y globales sobre educación y desarrollo sostenible dentro de la agenda de las Naciones Unidas, para que pensemos en el rol que tienen las escuelas y la educación para poder avanzar en esta misión que se ha propuesto la humanidad de forjarnos un futuro mejor para todos y todas. El texto es la crónica de su presentación en el 17.º Seminario Internacional de Educación Integral (SIEI), celebrado el 24 y 25 de abril de 2024 en Ciudad de México.

La educación como marco para la consecución de los ODS

En esta última década ha habido hitos muy importantes. En primer lugar, hay que recordar que, en 2015, 194 países del mundo aprobaron una agenda común para la humanidad y nuestro planeta, la agenda 2030, que reúne 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible dentro de los cuales está el objetivo número 4, que es el de brindar una educación de calidad e inclusiva para todos y todas a lo largo de la vida. Pero, además, se asigna la educación como un objetivo clave, que facilita y hace posible el cumplimiento del resto de los objetivos de la agenda global 2030.

La educación tiene un rol para terminar con la pobreza, pues en la medida que las personas adquieran habilidades y conocimientos podrán desempeñarse mejor en el ámbito laboral y, así, incrementar las posibilidades de mejorar sus ingresos y contribuir al progreso para disminuir la pobreza.

También la educación tiene un rol para reducir el hambre, para darles a las personas herramientas para alimentarse mejor, para cultivar mejor, para cuidar la tierra, para que se produzcan mejores alimentos, para la igualdad entre los hombres y las mujeres; todo esto brindado desde una perspectiva que nos permitirá progresar.

Este es un marco que, como educadores y desde las escuelas, debemos tener muy presente. Cuando hablamos de desarrollo sostenible y de la educación para el desarrollo sostenible, contamos con todos esos objetivos que se han marcado dentro de la agenda global para poder contribuir a su logro.

En segundo lugar, un hito que ha marcado mucho el debate educativo en el mundo fue el reporte que impulsó la UNESCO con una comisión internacional de expertos: “Reimaginar juntos nuestros futuros: un nuevo contrato social para la educación” (UNESCO, 2022). La Fundación SM ha hecho un trabajo importante en publicar y dar difusión para que esté al alcance de todos los maestros.

El reporte es muy interesante porque marca los desafíos enormes que tiene la humanidad en este momento, desde los retos del cambio climático, la transformación digital, los cambios en el trabajo, el peligro en que se encuentra la paz mundial… Todos esos factores nos invitan a pensar cómo desde la educación podemos enfrentar esos grandes desafíos y cómo podemos actuar desde la escuela.

En tercer lugar, sufrimos en este periodo un apagón educativo, con la llegada de la pandemia, que todos vivimos y que implicó para las escuelas enormes cambios y desafíos que todavía estamos enfrentando. Este acontecimiento propició consecuencias en materia de salud mental de los niños, niñas, docentes, familias. Por otro lado, hubo retrasos en materia de aprendizajes a los que se les ha dado seguimiento desde la unesco y otros organismos; algunos calculan que este periodo nos hizo retrasar nuestro avance educativo cerca de una década o más.

Por último, en el año 2021, se celebró en Nueva York la Cumbre de la Transformación Educativa, la cual reunió a los más de 194 países miembros de la onu para dialogar sobre los desafíos de la educación y sobre cómo se puede acelerar el avance en la educación para poder atender las crisis mundiales que nos afectan hoy (Naciones Unidas, 2022). Como respuesta a esta acción, los países del mundo firmaron sus compromisos para trabajar desde los gobiernos, desde las escuelas y desde lo que sucede en cada una de las aulas, y brindar así a la población las herramientas y capacidades para enfrentar esta situación. En este contexto, el cuidado es un concepto básico para avanzar, enfrentar y prepararnos para el futuro que se necesita.

¿Qué está en juego?

Hoy está en juego nuestra propia supervivencia y la de las generaciones futuras si no actuamos y no contamos con las herramientas y los conocimientos para enfrentar los desafíos que vivimos. Por eso es tan relevante pensar cómo, desde la escuela, desde el cuidado, desde cómo nos comportamos como sociedades y personas, cómo todo esto incide en el cambio que estamos buscando.  

Durante mi periodo en la UNESCO tuve conversaciones con autoridades federales y nacionales, pero es muy importante comenzar a hablar con los maestros que están en el aula, en donde se producen realmente las transformaciones y en donde se están gestando las nuevas capacidades, visiones y paradigmas que exige el mundo. Por eso me siento muy honrada hoy de hablar con ustedes, docentes, sobre el tema del cuidado.

América Latina ha tenido a dos personas que nos han inspirado y nos han enseñando sobre los temas del cuidado: el jesuita brasileño Leonardo Boff, quien ha tenido un desarrollo muy importante en la conceptualización sobre el cuidado, y el colombiano José Bernardo Toro, quien ha participado en emisiones pasadas del siei. Citando a Boff, el origen de la palabra cuidado viene del latín y significa “cura”, y se utilizaba en un contexto de amor y de amistad. Bernardo Toro dice: “cuidar es amar”. En inglés, la palabra care —con el mismo origen etimológico— se utiliza como “I care for you”, que significa “tú me importas”, “te quiero”, “te amo”. Cuando hablamos de cuidado lo hacemos pensando en “tú me importas”; significa que me implico en tu vida, me importa qué va a pasar contigo. Desde la educación, significa que me importa que tú tengas las herramientas para que puedas tener una mejor vida en el futuro. Una escuela que cuida es una escuela en donde se aprende, porque no podemos pensar en que cuidamos porque simplemente protegemos o cubrimos las necesidades básicas de las personas. Si yo te cuido, te estoy dando las herramientas, los aprendizajes, los conocimientos para que tú puedas cuidar de ti mismo y de los demás en el futuro.

Una escuela que cuida es una escuela en donde se aprende

Bernardo Toro decía que o cuidamos o perecemos (Toro, 2018). Un ser humano no tiene cómo sobrevivir si no lo cuidan. Un niño en abandono no puede sobrevivir. Nuestro medioambiente no puede sobrevivir si no lo cuidamos. El cuidado tiene que ver con la supervivencia y debemos reflexionar cómo desde la escuela podemos dar las herramientas y conocimientos necesarios para poder enfrentar esos desafíos.

El otro aspecto que debe pensarse en relación con el cuidado es entender que la sostenibilidad, para las Naciones Unidas, alude no solamente a qué podemos hacer para que el mundo sea sostenible para nuestra generación, sino cómo podemos disfrutar del desarrollo y del progreso sin comprometer que las próximas generaciones puedan gozar del mismo desarrollo y del mismo progreso. Y eso tiene todo que ver con los aspectos de cuidado.

Tienen los maestras y maestros en sus manos un desafío gigantesco que no es solo de la escuela y de los educadores, sino de toda la sociedad, pero donde la escuela tiene un rol protagónico. Ustedes, maestros y maestras, tienen una responsabilidad y función central para poder avanzar en ese camino.


Claudia Uribe es la directora saliente de la Oficinal Regional de Educación para América Latina y el Caribe de la UNESCO y representante para Chile, cargo que ocupó entre  2018 y 2024. Es antropóloga y cuenta con un magíster y doctorado en Educación por la Universidad de Harvard. Ha colaborado con organismos internacionales, como el Instituto de Desarrollo Internacional de Harvard, el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo. Desde la UNESCO, impulsó proyectos educativos de alcance regional para la mejora y transformación educativa y la recuperación tras el covid-19. Tuvo a su cargo la copresidencia del comité directivo regional, instancia para la coordinación entre los países latinoamericanos y caribeños en el avance y seguimiento del ODS4.

Referencias

  • UNESCO (2022). Reimaginar nuestros futuros: un nuevo contrato social para la educación. Informe de la Comisión Internacional sobre los Futuros de la Educación. Madrid: Fundación SM. Recuperado de este enlace
  • Toro, Bernardo (2018). Ética del cuidado: el nuevo paradigma educativo. Elementos para una nueva cosmovisión. Cuadernos del SIEI. México: SM.