Diez habilidades para el liderazgo personal y educativo en la era de la inteligencia artificial

26 marzo 2025
La educación del futuro no es solo sobre conocimiento, sino sobre llegar a ser; con la IA como aliada, podremos alcanzar nuestro máximo potencial y dejar una huella duradera en el mundo (img.: iStock).

La irrupción de la Inteligencia Artificial (IA) en la educación nos libera de lo repetitivo y nos desafía a cultivar lo que nos hace únicos. La IA no solo transforma cómo aprendemos, sino que nos invita a reinventarnos, a ser aprendices eternos y a crear mundos nuevos a través de conversaciones productivas. Para ello, los autores proponen una especie de decálogo para aprender otras cosas, de otra manera y con otro propósito, para alcanzar la mejor versión de nosotros mismos apoyándonos en el poder de la IA.

La llegada de la IA va a transformar el mundo de la educación, ofreciéndonos nuevas posibilidades para el aprendizaje y modificando las competencias esenciales que deberemos adquirir. También será necesario el desarrollo de nuevas habilidades para sacar partido a la tecnología y el cultivo de aquellas funciones genuinamente humanas que son fuente de creación de valor. En esta era, las grandes preguntas de la humanidad cobran nueva vida, y con ellas, la oportunidad de agregar valor a los demás.

No se trata solo de hacer lo que hacíamos (pero de otra manera), sino de hacer cosas nuevas, que identificamos en este decálogo:

1. Identifica tus capacidades genuinas (ley de la singularidad individual)

La educación en la era industrial se diseñó para memorizar conocimientos y ejecutar tareas repetitivas en las fábricas y la administración. Con la IA estas labores quedan cubiertas, liberándonos para explorar nuestras verdaderas capacidades. La robotización y la automatización total abren el camino al desarrollo de las capacidades genuinas de cada ser humano.

De los ocho mil quinientos millones de personas que poblamos el planeta, no hay dos individuos iguales. Nuestra riqueza como especie radica en cultivar la rareza de cada ser humano, porque en cada uno de nosotros hay un potencial diferencial. Cada persona es única; reconocer y desarrollar esa singularidad será la base del talento en la era digital. Tu tarea esencial será descubrir tu valor diferencial y hacer de ello tu fortaleza, en una realidad extremadamente compleja.

2. Visión holística del todo (ley de la perspectiva global)

Mira el mundo en 360 grados. Cuando has descubierto quién eres, necesitas desarrollar una mirada para conocer cómo funciona el mundo en su globalidad. Deja atrás visiones parciales o fragmentadas y adopta un enfoque integrador. Conecta elementos, entiende relaciones y construye tu propio mapa global. Esta habilidad te permitirá navegar con éxito en contextos complejos. La realidad no se compone de compartimentos estancos, sino que es la expresión de un todo integrado; para ello necesitas identificar sus elementos y relaciones, que te proporcionarán un mapa y una visión en perspectiva para trazar tu rumbo.

3. Decide en quién quieres convertirte (ley de la decisión trascendental)

El conocimiento de tu ser particular y la visión de la perspectiva de un mundo global en permanente agitación te abren el camino para decidir en quién te quieres convertir, para lo cual debes activar el permiso (darte permiso) y erigirte en el dueño de tu destino. A partir de aquí, ya puedes identificar las cosas que tienes que aprender. Esta decisión te otorgará poder sobre tu propio aprendizaje y te permitirá establecer qué conocimientos y habilidades necesitas adquirir para convertirte en la mejor versión de ti mismo.

4. Identifica lo que no funciona (ley del enfoque constructivo)

Hazte sensible a los problemas, a las necesidades no resueltas, a lo que aflige a los demás, a las anomalías que hay en el mundo. Y desde el permiso, hazte cargo y participa en el diseño de soluciones. Identifica desafíos y actúa. Desarrolla sensibilidad y asume un rol activo para alumbrar soluciones creativas, ayudado por la IA.

5. Enfócate en lo que puedes ofrecer a los demás (ley del valor diferencial)

La IA nos desafía a que encontremos nuestro propio nicho desde donde crear riqueza para nosotros mismos y para los demás. Cultivar el valor del compromiso y desarrollar la capacidad de hacer ofertas permanentemente, utilizando el poder de la IA, nos confiere un papel protagonista en este nuevo escenario.

6. Desarrolla sensibilidad al cambio (ley de invitación al cambio)

La sensibilidad de las personas es una habilidad que se puede entrenar y aprender. Desarrollamos sensibilidad cuando adquirimos una visión en perspectiva del todo, entendemos los cambios históricos, descubrimos nuevas posibilidades en lo que acontece (incluso donde otros solo ven dificultades) y asumimos un papel protagonista para convertir las posibilidades en nuevas ofertas. Una vez alcanzada la sensibilidad, no tengas miedo al cambio en sí mismo. Abrázalo. A lo que hay que temer es al inmovilismo.

7. Diseña tu propio aprendizaje (ley del aprendizaje práctico y autodirigido)

Ya no sirve el eslogan de aprender a lo largo de la vida, para lo cual seguíamos itinerarios rígidos y estudiábamos carreras. Ahora tenemos que hacerlo a lo largo del día porque vivimos en un entorno volátil. En función del valor que quieres crear y las ofertas que vas a hacer a los demás, tienes que diseñar tu propio plan de estudios. La IA, combinada con el metaverso, se convierte en una herramienta para diseñar, programar y ejecutar tu propio plan de aprendizaje. Siéntete un aprendiz vitalicio en beta permanente. Actúa siempre como un eterno aspirante, que observa la montaña desde abajo.

El viejo eslogan de aprender haciendo (el learning by doing de los anglosajones, aprendizaje práctico y enfocado en la acción) cobrará más sentido que nunca. Aprendemos cuando hacemos y nos emocionamos, y este será un patrón a seguir en el que contaremos con el poder y la ayuda inestimable de la IA. El aprendizaje continuo es hoy más relevante que nunca. Aprende a través de la acción directa y el entusiasmo, entendiendo que cada acción te ofrece una lección.

8. Aprende a descubrir posibilidades y convertirlas en oportunidades (ley de la creación de valor)

Las posibilidades no son chispas de la fortuna que nos tocan con su destello mágico. Son millones de cursos de acción que se están abriendo permanentemente ante nuestros ojos, fruto de los cambios frenéticos que emergen cada día. Las posibilidades son infinitas y se renuevan constantemente. Aprende a reconocerlas, analizarlas y actuar sobre ellas.

Pero también, y más importante, son los mundos nuevos que inventamos con los demás en el manejo del arte del conversar productivo (escucha activa, declaraciones, juicios fundados, promesas, pedidos, ofertas).

9. Desarrolla fortaleza emocional (ley de la fuerza de ánimo)

La magnitud y velocidad del cambio exigen una gestión emocional profunda. Ambas son tan grandes que pondrán a prueba nuestro equilibrio emocional al modificar de manera permanente los contextos en los que nos desenvolvemos. La gestión de las emociones y el manejo de los estados de ánimo habrán de avanzar a un nivel superior: desarrollar fortaleza emocional para fluir con el cambio. Se trata de una habilidad que será necesario cultivar en torno a otras destrezas que van mucho más allá del tratamiento superficial que damos actualmente a esta disciplina (aprender a interpretar los problemas en clave de oportunidad, a decir sí cuando quiero decir sí, a decir no cuando quiero decir no, aprender a perdonar y perdonarse, a dar las gracias, a actuar con ética y respetar los principios, etc.). Fortalece tu habilidad para establecer límites claros y desarrolla una ética personal sólida basada en el respeto y la empatía.

10. Construye tu legado desde los principios (ley del legado)

Cuando sabes quién eres y el valor que quieres aportar a los demás, estás en la senda de construir tu legado en torno al diseño de tu proyecto vital. La educación en el legado se expande con el poder de la IA, a medida que extiende nuestras capacidades para que cobre sentido nuestra existencia y contribuyamos positivamente al bien común. La construcción del legado aborda todos los aspectos críticos relacionados con el desarrollo de los principios y valores universales que han de guiar la educación en torno al bien común y al alumbramiento de respuestas ante las grandes preguntas que se ha formulado el ser humano a lo largo de la historia.

En la era de la IA, las grandes interrogantes kantianas seguirán teniendo vigencia. Volvemos a las preguntas fundamentales que han guiado a la humanidad (¿qué puedo saber?, ¿qué debo hacer?, ¿qué puedo esperar?, ¿qué es el ser humano?). A partir de las cuales llegamos a las que se formula Fernando Flores (¿quién soy?, ¿en quién quiero convertirme?, ¿qué valor puedo agregar a los demás?), para dar sentido a una educación en cuya ecuación se introduce el nuevo factor de la IA.

Urbano García Alonso es Licenciado en Ciencias de la Información y ejerce como director de Innovación y Digital en RTVE. Anteriormente ha sido director general de Canal Extremadura (2017-2021), director de RTVE Extremadura (1996-2002 y 2014-2017), y editor, presentador e informador en radio y televisión.

Juan Carlos Casco es Licenciado en Geografía e Historia, y ejerce como CEO y consultor de EMPRENDEDOREX, entre cuyos proyectos destaca la puesta en marcha de la Universidad Abierta en Línea de Nicaragua, el Programa Nacional “Aprender, Emprender, Prosperar”, y la implantación de una asignatura obligatoria para el emprendimiento en el sistema educativo nicaragüense, así como la formación de 45.000 docentes. Es miembro fundador de la red educativa Kairós Educación.