El currículum oculto y los aprendizajes invisibles en la escuela

06 julio 2023
Inclusión escolar. Alumnos en clase.
A través del currículo oculto se puede fomentar la formación de una mentalidad inclusiva por medio de la empatía, el respeto y la comprensión mutua. (Img: iStock).

Autores: Ignacio Moya Díaz-Agero y Ángel De-Juanas Oliva, UNED – Universidad Nacional de Educación a Distancia


Desde mediados del siglo XX, el concepto de currículum oculto ha llamado la atención de educadores e investigadores. El primero en abordar este concepto fue el profesor P.W. Jackson, quien en 1968 lo definió como el “conjunto de aprendizajes que se trasmiten paralela y simultáneamente al currículo manifiesto en la organización y docencia de un centro educativo”.

Sin embargo, su influencia va más allá de lo que docentes y estudiantes perciben conscientemente. El currículum oculto se transmite de manera inadvertida, moldea las creencias, valores, actitudes y expectativas de toda la comunidad educativa. Además, estos aprendizajes invisibles dejan huella en la vida de los estudiantes.

El currículum oculto tiene el poder de influir en la forma en la que los docentes se relacionan con el alumnado, aunque muchas veces los propios docentes no sean conscientes. También en cómo perciben el mundo los alumnos. Y, en última instancia, en cómo se construye nuestra sociedad.

Pilares tradicionales

Existen algunos pilares tradicionales del currículum oculto que moldean la educación en las escuelas. Durante mucho tiempo, los roles de género han sido una parte inherente del mismo.

Así, se han perpetuado estereotipos que asignan a las mujeres tareas relacionadas con la crianza y lo doméstico, mientras que a los hombres se les ha asociado con actividades más físicas y profesiones de mayor prestigio. El mejor ejemplo de ello se evidencia en las personas encargadas de la limpieza y el servicio de comedor en las escuelas, labor que realizan principalmente mujeres.

Otro pilar son las normas y expectativas sociales. Estas normas dictan cómo se debe comportar uno y qué se considera aceptable en la sociedad. Por ejemplo, la idea de que los estudiantes deben ser obedientes, callados y sumisos. También, que el alumnado respete las normas sin cuestionarlas forma parte del currículum oculto.

La jerarquía y la autoridad son otros pilares tradicionales por los que se presupone que las relaciones entre docentes y estudiantes a menudo reflejan una dinámica de poder. De tal manera, los docentes ocupan una posición de autoridad y los estudiantes son vistos como receptores pasivos de conocimiento. Esta estructura puede limitar la participación activa de los estudiantes y su capacidad para cuestionar las ideas establecidas.

Por último, los recursos espaciales y materiales (y su utilización) dentro del proceso de enseñanza y aprendizaje también constituyen otro pilar tradicional. Múltiples estudios han señalado la influencia de las imágenes de los libros de texto en las expectativas del alumnado o cómo la distribución de los patios de recreo permite, ante la pasividad de los docentes, que algunos estudiantes varones monopolicen el espacio de juego. Mientras que el resto del alumnado se ve obligado a ocupar zonas residuales de estos espacios.

Evolución en el tiempo

La trasmisión del currículum oculto también ha evolucionado con el paso del tiempo. Una de sus principales manifestaciones se produce por medio de la tecnología. En la era digital, los estudiantes están expuestos a un flujo constante de información mediante las redes sociales y plataformas en línea.

Estos medios transmiten mensajes implícitos sobre el género, la raza, la clase social y otros aspectos de la identidad que pueden influir en la forma en que la juventud se percibe a sí misma y a los demás.

El papel del profesorado en este ámbito es fundamental. Los educadores, conscientes o no, ejercen una poderosa influencia en la vida de sus estudiantes. Sus expectativas, comentarios y actitudes pueden reforzar estereotipos o fomentar una mentalidad abierta y equitativa.

Por ejemplo, un profesor que elogia más a los estudiantes varones en matemáticas o informática puede reforzar la creencia de que las mujeres no son buenas en esta materia, mientras que un enfoque inclusivo y equitativo promueve la igualdad de oportunidades para todos.

Desafíos actuales

El currículum oculto también desempeña un papel crucial a la hora de abordar desafíos contemporáneos que demandan una atención especial.

A medida que nos enfrentamos a la crisis climática, es esencial que se promueva la responsabilidad ambiental y la sostenibilidad en todas las áreas del aprendizaje. Esto implica fomentar actitudes y comportamientos que respeten y protejan nuestro entorno natural.

Además, el currículum oculto tiene un impacto directo en la inclusión y diversidad. En un mundo cada vez más globalizado, los estudiantes deben aprender a valorar y respetar las diferencias culturales y étnicas. De esta forma, se puede contribuir a la formación de una mentalidad inclusiva por medio de la empatía, el respeto y la comprensión mutua.

Finalmente, como decíamos al principio, la igualdad de género sigue siendo un desafío importante en la educación. A pesar de los avances logrados, persisten estereotipos y desigualdades de género en los currículos ocultos de muchos entornos escolares. Para afrontar estos problemas, desafiar los roles de género tradicionales y promover la igualdad de oportunidades en todos los estudiantes, es preciso que las administraciones educativas impulsen los siguientes objetivos:

  1. Transformar el currículum oculto en currículum manifiesto.
  2. Implantar programas de formación para docentes que estimulen un cambio de paradigma.
  3. Integrar en la conciencia colectiva la influencia que ejerce el currcículum oculto en los estudiantes.
  4. Impulsar planes y proyectos de centro donde el currículum oculto sea uno de los referentes.The Conversation

Ignacio Moya Díaz-Agero, Profesor UNED, Psicopedagogo y Maestro especialistas en PT y EF., UNED – Universidad Nacional de Educación a Distancia y Ángel De-Juanas Oliva, Profesor Titular de Universidad. Departamento Teoría de la Educación y Pedagogía Social. Área Educación., UNED – Universidad Nacional de Educación a Distancia

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Acceso al artículo original.