La nueva educación física en la LOMLOE
La propuesta curricular de la LOMLOE respecto a la educación física está planteada con la intención de dar una clara continuidad entre las etapas educativas obligatorias, de manera que los retos clave que se empiezan a abordar en la primaria deben completarse en la secundaria obligatoria.
Las competencias específicas de esta área pretenden el progreso de las capacidades corporales basadas en un desarrollo integral de la persona, pero que van más allá de la competencia solo de carácter motriz. Persiguen consolidar un estilo de vida activo y saludable que el alumnado pueda ejercer a lo largo de la vida mediante una práctica física saludable y responsable con el entorno.
En los proyectos de Reales decretos por los que se establece la ordenación y las enseñanzas mínimas de la Educación Primaria y de la Educación Secundaria Obligatoria, la educación física se despliega a partir de cinco competencias específicas. Para valorar su adquisición por parte del alumnado, hay que utilizar los criterios de evaluación que se relacionan con cada una de ellas y que varían a lo largo de las etapas en función de los ciclos correspondientes. En la última parte de la propuesta curricular se definen los saberes básicos, los mismos para todas las competencias específicas, organizados en seis bloques, con variaciones en su concreción atendiendo a los ciclos educativos a los que hacen referencia.
Los saberes del área están asociados a las competencias específicas y su adquisición, articulación y movilización contribuye a la consecución del perfil de salida del alumnado.
De hecho, la novedad más sugerente en la organización de la propuesta curricular del área en la educación obligatoria son las competencias específicas y su continuidad entre las dos etapas de la educación obligatoria:
- Competencia específica 1. Se adquiere mediante la participación en variadas propuestas de actividad física que proporcionan al alumnado un amplio repertorio de herramientas con las que comenzar a gestionar su propia actividad motriz relacionada con la salud. Esta competencia tiene un carácter transdisciplinar porque puede abordarse desde diferentes perspectivas: participación activa, alimentación saludable, educación postural, cuidado del cuerpo, autoconcepto, autoestima, imagen percibida en el campo de la actividad física y el deporte, malos hábitos para la salud vinculados al deporte.
- Competencia específica 2. Esta competencia debe desarrollarse en contextos y practicas físicas diversas. La riqueza de experiencias físicas asociada a las acciones motrices individuales y cooperativas permiten mejorar la toma de decisiones ajustadas a las circunstancias, definir metas, planificar y valorar resultados.
- Competencia específica 3. Moviliza capacidades relacionadas básicamente con actitudes que enlazan el esfuerzo y la perseverancia para alcanzar retos, regulando la frustración y la automotivación. Para que ello sea posible, es necesario que el alumnado identifique las emociones positivas, durante la actividad física que se realiza, que le sirven para obtener las metas propuestas.
- Competencia específica 4. Introduce el concepto de cultura motriz, como base para construir la identidad propia a partir de la práctica contextualizada. Estos saberes pueden enriquecerse a partir de la reflexión crítica sobre estereotipos de género presentes en el deporte.
- Competencia específica 5. Aporta un enfoque de responsabilidad ecológica y social relacionada con la práctica motriz, respetando el entorno donde se realiza la actividad y tratando de mejorarlo planteando acciones para ello.
En síntesis, a nuestro modo de ver lo más interesante es que en la propuesta curricular las capacidades físicas de la persona dejan de ser el objetivo principal del área para presentar un concepto más global de la educación física.