Los retos de la escuela frente a las tecnologías digitales
Las tecnologías digitales en la escuela requieren equilibrio y reflexión. Las directrices claras, la integración pedagógica de los dispositivos y la conciencia digital promueven el uso responsable, superando las distracciones y aprovechando su potencial educativo.
En los últimos años, la relación entre el alumnado y las tecnologías digitales ha sido objeto de muchas discusiones, especialmente cuando se trata del entorno escolar. ¿Cuál es el panorama del acceso a las tecnologías digitales? ¿Cómo interactúan los niños, niñas y adolescentes con estas tecnologías en la escuela? ¿Qué desafíos se presentan y cuáles son las posibles soluciones para integrar estas herramientas de manera efectiva en el entorno educativo? No pretendemos agotar las respuestas a estos temas en el presente artículo, sino aportar elementos para pensar en posibles formas de utilizar las tecnologías digitales en la escuela desde una perspectiva crítica y reflexiva.
El informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo, titulado “Tecnología en la educación: ¿Una herramienta en los términos de quién?” (UNESCO, 2023), aporta elementos interesantes para, entre otras cuestiones, pensar en la relación de los niños, niñas y adolescentes y las tecnologías digitales en la escuela. Elaborado bajo los efectos de la pandemia y enfocado en los procesos globales de escolarización, el informe aborda las consecuencias de la educación en línea en ese período específico, en particular en lo que se refiere al acceso y al aprendizaje en tiempos de escuelas cerradas y educación en línea.
Según el informe hay una serie de factores que hacen que la implementación de las nuevas tecnologías digitales en la escuela sea problemática. Podemos mencionar el alto costo de la adquisición de las tecnologías, especialmente para los países de bajos ingresos; el riesgo para el bienestar de los niños, niñas y adolescentes que tienen sus datos expuestos debido a la ausencia o fragilidad de las leyes de privacidad de los datos y también el costo ambiental de la renovación de los equipos, sin que exista la preocupación de aumentar la vida útil de los que están en uso. A esto se suma la insuficiente cualificación de los profesionales de las escuelas para hacer frente a las innovaciones tecnológicas y la distracción que los celulares llevados por los estudiantes a la escuela producen en las relaciones de aprendizaje cuando no se incorporan a las prácticas pedagógicas escolares. En el presente texto, el término celular se refiere a cualquier dispositivo de uso personal con conexión a Internet.
El informe denuncia la existencia de intereses de mercado presentes en los resultados de gran parte de las investigaciones sobre el uso de las tecnologías digitales en la educación. Casi el 90 % del contenido disponible en los repositorios de educación superior, sostiene el informe, se creó en Europa y América del Norte, y casi todo el material está disponible solo en inglés. Existe, por tanto, una concentración de producción de contenido digital en el Norte Global y esto afecta el uso por parte de los grupos con mayor dificultad para acceder a recursos de todo tipo, incluidos los digitales.
El mismo estudio muestra que la mera distribución de equipos, sin incorporación de su uso en el enfoque pedagógico, o la utilización de formas de enseñanza exclusivamente a distancia no mejoró los procesos de aprendizaje e incluso aumentó las brechas en dichos procesos. Una revelación adicional, basada en datos de 14 países, es que estar cerca de un celular es un factor de distracción, lo que refuerza la percepción de que los equipos por sí solos, sin mediación pedagógica en la vida cotidiana escolar, no producen efectos positivos y pueden tener un impacto negativo en los procesos de aprendizaje y escolarización. La falta de habilidades digitales adecuadas puede dificultar el uso efectivo de estas herramientas. Y los docentes no se sienten preparados para enseñar usando la tecnología. La presencia de celulares, por tanto, no implica necesaria y automáticamente que se utilicen para estudios, investigaciones o creaciones dentro del ámbito de las prácticas escolares.
Uno de los aspectos positivos de las tecnologías digitales fue la posibilidad de inclusión educativa de personas con discapacidad y de personas residentes en zonas aisladas de todo el mundo. Si bien los equipos de tecnología adaptativa siguen siendo muy caros y de difícil acceso para los estudiantes, especialmente en los países de bajos ingresos, las plataformas y dispositivos digitales están incorporando cada vez más elementos de accesibilidad, lo que ha contribuido a reducir las barreras de acceso a la educación para estos grupos poblacionales.
Las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación (NTIC), que incluyen dispositivos móviles conectados a internet, coexisten con las viejas tecnologías, como la radio y la televisión; todas ellas permiten el acceso a la educación para poblaciones con dificultades. Pero si, por un lado, la enseñanza en línea tuvo un alcance potencial de más de mil millones de estudiantes durante la pandemia de COVID-19, en la práctica solo llegó a alcanzar a alrededor de quinientos millones de estudiantes en todo el mundo. Los más pobres representan el 72 % de quienes no tuvieron acceso a educación en línea durante la pandemia. En tal sentido, el “derecho a la educación es, cada vez más, sinónimo del derecho a una conectividad significativa” (UNESCO, 2023, p.7), pero las desigualdades en el acceso son profundas y contribuyen a las distancias entre los extremos de la desigualdad.
El caso de Brasil
El Censo Escolar (INEP, 2023) demuestra esta dimensión de desigualdad en el caso de Brasil. Los datos señalan que la disponibilidad de recursos tecnológicos en las escuelas secundarias es mayor que en las escuelas primarias. En la red de los estados, que tiene el mayor número de escuelas secundarias, el 84,4 % de las unidades tienen internet de banda ancha. El porcentaje de equipos portátiles y tabletas para estudiantes es del 55,4% y 17,3%, respectivamente. En la red privada la oferta de estos equipos es mayor, alcanzando el 59,4 % y el 33,2 %, respectivamente. Las regiones de Sudeste, Nordeste y Centro Oeste se destacan con los porcentajes más altos de escuelas con internet de banda ancha, con 96,9 %, 88,4 % y 88 %, respectivamente. El norte del país es la región con el porcentaje más bajo de acceso a internet de banda ancha, con el 63,8 % de las escuelas. El Sur es la región con mayor porcentaje de tablets para estudiantes, con el 28 % de los centros educativos, y es también donde aparece el mayor porcentaje de equipos portátiles para estudiantes, con un 69,5 %.
El reconocimiento de los elementos estructurales y el contexto de uso de las tecnologías en las escuelas contribuye a pensar y orientar las prácticas que permiten usos creativos y críticos para la producción de mediaciones y aprendizajes significativos en la vida cotidiana escolar.
Usos reflexivos y mediaciones con las tecnologías en la vida cotidiana escolar
El pensamiento reflexivo juega un papel crucial en la educación de los estudiantes sobre los usos de las tecnologías digitales. Es el proceso de pensar en uno mismo, en las acciones, pensamientos y emociones, y cómo afectan la vida y las relaciones con los demás. Al pensar en sus acciones y comportamientos, los estudiantes pueden aprender a lidiar con sus emociones y mejorar sus relaciones interpersonales. Es una habilidad importante para la producción de autonomía, para la formación de sus identidades y para la comprensión de sí mismos y del mundo que los rodea. Cuando, especialmente los adolescentes, son capaces de conocerse a sí mismos y comprender sus emociones, es más probable que se comuniquen con efectividad y resuelvan los conflictos de manera positiva.
La relación entre los niños y adolescentes con las tecnologías digitales en la escuela es compleja y presenta tanto retos como oportunidades. Abordar estos desafíos con estrategias efectivas y promover el uso responsable de las tecnologías digitales nos permite asegurarnos de que aprovechen al máximo estas herramientas en el proceso educativo.
Ese es el caso de los celulares, una fuente de distracción que dispersa la atención de los estudiantes en lo que respecta a los procesos escolares relacionados con el aprendizaje, la sociabilidad en el entorno escolar y el propio sentido de estar en la escuela. En febrero de 2024, el ayuntamiento de Río de Janeiro instituyó por decreto la prohibición del uso de celulares en las escuelas municipales y definió las posibilidades de su uso en situaciones especiales, incluido el uso pedagógico. La decisión se basa en las evidencias ofrecidas por el informe de la UNESCO antes mencionado, así como en el informe de la OCDE sobre los resultados de la prueba internacional PISA. Ambos documentos enfatizan factores negativos relacionados con la presencia de celulares en las escuelas.
Superar la aparente contradicción entre el uso de los celulares como fuente de distracción y su utilidad para el aprendizaje escolar requiere un enfoque equilibrado y consciente. Las escuelas necesitan incorporar el uso de los celulares en sus proyectos institucionales, promoviendo usos pedagógicos en la vida cotidiana escolar. Algunas medidas pueden contribuir a hacer frente a esta tensión presente en la vida cotidiana escolar:
- Producir procesos de diálogo entre los estudiantes sobre el uso de los celulares en las escuelas, sus consecuencias potenciales y negativas para el aprendizaje y la relación con el conocimiento.
- A partir del diálogo, establecer pautas de uso que definan cuándo y cómo se pueden usar los celulares, tanto en el aula como en otras dependencias de la escuela. El diálogo y el pensamiento reflexivo pueden ayudar al alumnado a desarrollar habilidades de autorregulación.
- Ayudar a gestionar el tiempo de uso del celular mediante estrategias que minimicen la distracción. Esto pone en valor sus propios esfuerzos para el desarrollo de la autoconciencia.
- Alentar a los educadores a integrar el uso de los celulares en las actividades de aprendizaje, ampliando los intereses del alumnado en la relación con el saber en sus múltiples dimensiones: cultural, corporal, ética, estética, científica y tecnológica.
- Fomentar actividades colaborativas y lúdicas, y la participación de los estudiantes a través del uso de celulares.
- Promover la conciencia digital sobre los beneficios y desafíos del uso de los celulares, así como los problemas relacionados con la seguridad y la privacidad en línea. Todo esto proporciona una base para tomar decisiones informadas sobre el uso de sus dispositivos y comprender las consecuencias de sus acciones en línea.
La adopción de un enfoque equilibrado que reconozca tanto los retos como las oportunidades asociadas con el uso de los celulares en las escuelas permite superar la aparente contradicción y aprovechar al máximo el potencial de estos dispositivos para el aprendizaje escolar.
En un contexto en el que la Inteligencia Artificial nos presenta su propia síntesis del mundo, de la información y el conocimiento, y los algoritmos dirigen nuestra atención e intereses, el estímulo a la reflexión puede ser clave para desentrañar procesos ocultos que colonizan la atención, promueven los deseos y formatean las conciencias. Esto incluye tratar de comprender las motivaciones y los factores direccionadoresque están detrás del desarrollo y la implementación de estos dispositivos en nuestra vida diaria, evaluar los beneficios y riesgos asociados con su uso y considerar las implicaciones éticas y sociales.
El personal de las escuelas y las familias son actores relevantes en la promoción de diálogos para el uso reflexivo de las tecnologías digitales. Es necesario proporcionar orientación sobre cuestiones de seguridad en línea, estimular el pensamiento crítico en relación con los contenidos digitales y fomentar el uso de las tecnologías de una manera productiva, colaborativa y consciente. Esto incluye la capacitación de los docentes y la aproximación a las familias para promover el uso adecuado de las herramientas digitales y el establecimiento de pautas en el diálogo con las comunidades escolares para su uso en la escuela y la promoción de una cultura de responsabilidad digital.
Ana Karina Brenner es doctora en educación. Profesora asociada de la Facultad de Educación y del Programa de Posgrado en Educación (ProPEd) de la Universidad del Estado de Río de Janeiro (UERJ) y coordinadora del grupo de investigación Observatório Jovem do Rio de Janeiro/UERJ.
Paulo Carrano es doctor en educación. Profesor asociado IV de la Facultad de Educación y del Programa de Posgrado en Educación de la Universidad Federal Fluminense (UFF). Investigador de Productividad de CNPq y coordinador del grupo de investigación Observatório Jovem do Rio de Janeiro/UFF.
Referencias
- INEP-Instituto Nacional de Estudos e Pesquisas Educacionais Anísio Teixeira (2023). Censo Escolar da Educação Básica 2022: Resumo Técnico.
- OCDE (2023), PISA 2022 Results (Volume I): The State of Learning and Equity in Education, PISA, OECD Publishing, Paris. Disponible en: https://doi.org/10.1787/53f23881-en (consultado el 17.03.2024).
- Prefeitura do Rio de Janeiro (2024). Prefeitura decide proibir celulares nas escolas da rede pública municipal. Disponible en: https://prefeitura.rio/educacao/prefeitura-decide-proibir-celulares-nas-escolas-da-rede-publica-municipal/ (consultado el 17.03.2024).
- UNESCO (2023). Resumen del Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo 2023: La tecnología en la educación: ¿una herramienta al servicio de quién? Disponible en: https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000388894 (consultado el 22.04.2024).
- UNESCO (2024). Informe de seguimiento de la educación en el mundo, 2023: tecnología en la educación: ¿una herramienta en los términos de quién? París, UNESCO. Disponible en: https://doi.org/10.54676/NEDS2300 (consultado el 22.04.2024).