Las emociones y los valores del profesorado

El estudio Las emociones y los valores del profesorado recopila información a partir de los datos de una encuesta aplicada en 2008 a una muestra de 2.556 profesores y futuros profesores de escuelas públicas, privadas y concertadas de España. El objetivo principal era analizar las opiniones y percepciones de estos colectivos sobre la profesión docente, la educación y las instituciones educativas, teniendo en cuenta también el papel fundamental de las emociones en el ámbito de la enseñanza, así como los sentimientos, expectativas y valores de los profesores.

Las conclusiones del estudio revelan que el 90% de los encuestados considera que la vocación es necesaria para dedicarse a la enseñanza. Además, la mayoría de los profesores afirman que continúan en la docencia porque les gusta enseñar, y un 78% no abandonaría la profesión, aunque tuvieran la oportunidad. Sin embargo, los profesores, en general, sienten que no son valorados ni por la sociedad ni por la Administración.

El sentimiento que más satisface a los profesores en su trabajo es ser reconocidos como buenos profesores, y a medida que aumentan los años de docencia, se valora más el ser considerado una persona íntegra. En cuanto a las condiciones de trabajo, el 56,5% se declara satisfecho, mientras que el 32% opina lo contrario. Sin embargo, las opiniones están más divididas cuando se valora el grado de satisfacción actual en comparación con el inicio de su carrera docente.

En cuanto a los valores profesionales, la mayoría de los encuestados piensa que un buen profesor debe comportarse de acuerdo con los valores que enseña. Los más jóvenes son quienes menos aceptan la extensión de los valores profesionales a su vida personal. Tanto los profesores como los futuros docentes coinciden en que les gustaría que sus alumnos fueran personas felices en el futuro, y señalan la falta de esfuerzo y responsabilidad como los principales defectos de los alumnos.

La mayoría de los encuestados se definen como personas optimistas y equilibradas en su vida personal, y un alto porcentaje se declara positivo en relación con su trabajo como docentes. Sin embargo, la disciplina en el aula y el desarrollo socioafectivo de los alumnos se identifican como las cuestiones más difíciles de abordar.